El enésimo tropezón financiero en dos décadas

El_Presi

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El enésimo tropezón financiero en dos décadas

Impredecibles, contagiosas, con la desconfianza y la volatilidad como ingredientes base... Así han sido las debacles financieras de los últimos veinte años en unos mercados cada vez más globalizados

El 19 de octubre de 1987, la caída repentina del Dow Jones en más de un 20% en apenas una jornada, marcó el primer episodio de fenómenos de crisis financieras tal como las conocemos en la economía actual, totalmente globalizada.

Desde aquel lunes neցro, hasta la actual crisis de las hipotecas de alto riesgo, o subprime, de Estados Unidos, ha habido casi una decena de momentos críticos en los mercados financieros internacionales, muchos de los cuales han tenido en sus entrañas componentes idénticos, o muy similares.

Por ejemplo, al igual que en las hipotecas subprime de ahora la ebullición del mercado inmobiliario y su posterior desaceleración ha sido el prólogo de la crisis, ese mismo proceso fue el preludio de la quiebra de centenares de Savings & Loans (una especie de cajas de ahorros) de EEUU en los años ochenta. La sofisticación a la que puede llegar la imaginación financiera estuvo presente en la crisis en 1998 por la quiebra del fondo Long Term Capital Management. Igual que ahora ha sido el motivo del rápido contagio que ha provocado al resto del mundo el impago de unos simples préstamos hipotecarios en algunos estados de Estados Unidos.

Ha habido crisis, que por su analogía, han bautizado a toda una saga: al efecto Tequila, en México, le siguió el efecto Tango, en Argentina, y el efecto Vodka, en Rusia. Y a veces, las mismas palabras, como el vocablo “excesos”, se utilizaron con tanta profusión antes, en la crisis de los valores tecnológicos de 2000, como ahora, para calificar la alegría de créditos que ha habido en los últimos años.

Con todo, los especialistas sólo se ponen de acuerdo en una cosa. El denominador común de todas las crisis financieras es que, aunque durante un tiempo antes se vayan produciendo síntomas inequívocos de que algo va a pasar, nadie sabe el momento exacto del estallido.

Con respecto a la crisis subprime de Estados Unidos, Pablo Guijarro, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), dice que “era algo que se sabía que estaba ahí desde hacía tiempo, pero que nadie sabía cuándo podría estallar”. Casi con humor, señala que “de hecho, agosto era el mes más inoportuno para hacerlo, en pleno periodo vacacional”. Guijarro comenta que “incluso aunque los expertos se pasen meses y meses analizando datos –las primeras señales de alerta sobre los riesgos del subprime se encendieron hace un año en EEUU– el desencadenante de la crisis puede producirse por la cosa más sencilla e inimaginable”.

Al margen de los datos, también están los sentimientos del mercado, algo difícil de medir. “Aunque haya indicadores que te van avisando, también está la percepción de la gente”, señala Pablo Campos, responsable de Mercer Oliver Wyman en España. “Por ejemplo, en España, en estos momentos, unos pensarán que hay burbuja inmobiliaria y que ésta se está pinchando, y otros no, independientemente de las estadísticas”.

Es difícil encontrar en el pasado una crisis exactamente idéntica a las actuales turbulencias provocadas en el mercado por las hipotecas subprime en Estados Unidos. Entre otras cosas porque las causas están todavía tratando de explicarse y, sobre todo, como señalan en AFI, porque todavía quedan por calibrar las consecuencias.

Pero un simple repaso por la historia basta para darse cuenta de que el hombre financiero es el único animal capaz de tropezar una y otra vez en la misma piedra. Y además, hacerlo con cierta regularidad. A intervalos de unos dos o cuatro años de media.

‘Crash’ del 87
Mucho se ha escrito sobre el derrumbe de las bolsas en octubre de aquel año, tras la estrepitosa caída del Dow Jones. Y muchos entienden que en realidad fue una corrección radical de los excesos cometidos en el lustro precedente, repleto de operaciones corporativas hostiles, fusiones, adquisiciones y segregaciones, todas ellas realizadas con un apalancamiento cada vez mayor, una fórmula de la que ha alardeado con profusión el capital riesgo en los últimos años. La corrección en 1987 se produjo cuando los tipos de interés estaban en una senda alcista. Al menos en Europa, los tipos ahora también siguen un camino ascendente.

Colapso del crédito del 89
En 1989 se produjo el mayor número de quiebras de las Savings & Loans de toda esa década en Estados Unidos. Las S&L eran una especie de cooperativas de crédito que habían crecido al calor del boom inmobiliario de los años precedentes, concediendo hipotecas a tipo fijo en condiciones muy ventajosas.

Cuando los tipos de interés empezaron a subir, las S&L quedaron atrapadas en esos préstamos a tipo fijo, mientras que tenían que subir la remuneración de sus depósitos cada vez más para financiarse.
Llegó un momento en que su esquema de financiación se colapsó. El Estado tuvo que acudir al rescate de centenares de ellas, con un coste estimado de 150.000 millones de dólares de los de entonces. Las empresas ligadas al subprime también han tenido un problema de financiación.

Efecto ‘Tequila’
Así se bautizó a la crisis que desencadenó en los mercados internacionales la decisión de México, en diciembre de 1994, de devaluar su moneda, nada más hacerse cargo de la presidencia Ernesto Zedillo. La decisión provocó una inmediata pérdida de confianza de los mercados internacionales, que restringieron el crédito a México, trasladando así a la economía real un problema financiero. Fue la primera gran crisis de liquidez de la economía actual en los mercados internacionales. El efecto Tequila tuvo réplicas casi idénticas en otros países (efecto Tango en Argentina, efecto Vodka en Rusia).

Crisis asiática del 97
Entre octubre y noviembre de 1997, la brusca caída de la bolsa en Hong Kong no tardó en replicarse en el resto del mundo occidental, llegando incluso a Latinoamérica. Los expertos consideran que fue la respuesta a la decisión, meses antes, del Gobierno de Tailandia de devaluar casi un 20% su moneda, como en Filipinas, Singapur y Malasia para hacer competitivos sus productos.

El efecto contagio a otras economías llegó porque el mercado entendió que las empresas europeas y de EEUU también sufrirían por sus inversiones en Asia. Quedó claro entonces que una crisis financiera es como una epidemia difícil de aislar.

Quiebra de LTCM en 1998
Creado en 1994 por renombrados banqueros e incluso dos premios Nobel, el Long Term Capital Management (LTCM) fue un hedge fund con técnicas de inversión muy complejas basadas en modelos matemáticos. Después de años brillantes, en 1998 descarriló y en apenas cuatro meses perdió 4.800 millones de dólares, afectando a otras entidades. Según los expertos, murió de éxito. Sus técnicas eran válidas para inversiones de reducido tamaño, pero se iban relajando a medida que el patrimonio crecía.

Para los expertos de AFI, hay un componente dentro de la crisis del subprime actual que recuerda al fenómeno LTCM: Hedge funds muy sofisticados y con agresivas políticas de inversión, en este caso, en activos crediticios de alto riesgo. Con una diferencia: “Lo de LTCM fue sólo un caso. Ahora ha habido varios fondos afectados”.

La burbuja de 2000
En febrero de 2000, Terra llegó a valer en bolsa 6,5 billones de las antiguas pesetas, más que la mayoría de las grandes multinacionales españolas. Sin apenas ingresos, y con un modelo de negocio tan sólo sobre el papel, su único soporte eran las expectativas. Era un ejemplo de la fiebre de Internet.

El sueño se empezó a desinflar en marzo de 2000. Para 2001, más de la mitad de las empresas de Internet habían desaparecido. Las expectativas de crecimiento, y de que hay que asumir riesgos para estar en el negocio, es lo que ha sustentado el crédito fácil de los últimos años.

El caso Enron de 2002
Las dudas sobre el gobierno corporativo que provocó el escándalo de la quiebra del grupo energético Enron generaron una restricción del crédito a las empresas. Aunque de forma menos virulenta que la crisis de liquidez que arrastraron los atentados del 11-S, un año antes, esa escasez puso de manifiesto hasta qué extremo el dinero es miedoso y huye ante síntomas severos de desconfianza, como ahora, sin saber de fronteras. Tras el caso Enron, fueron apareciendo otros, como Worldcom, también en EEUU, o el grupo Parmalat, en Europa.
 
Y la de ahora, una interesante mezcla de todas (excepto la Tequila y la Asiática) ... pronosticamos cómo será la siguiente? un reply del '73?
 
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