"Las obras de los historiadores contemporáneos de Bagdad a principios del siglo X, siguen estando disponibles. Ellos lamentaron profundamente la degeneración de los tiempos en que vivían, en particular la indiferencia hacia la religión, el creciente materialismo y la laxitud de la moral sensual. Lamentaron también la corrupción de los funcionarios del gobierno y el hecho de que los políticos siempre parecían amasar grandes fortunas, mientras estaban en el poder.En varias ocasiones, los historiadores comentaron amargamente sobre la extraordinaria influencia adquirida por los cantantes populares sobre los más jóvenes, lo que termina resultando en una disminución de la moral sensual. Los cantantes "pop" de Bagdad acompañaban sus canciones eróticas con el laúd, un instrumento parecido a la guitarra moderna. En la segunda mitad del siglo X, en consecuencia, se fue poniendo cada vez más en uso un lenguaje sensual más obsceno, algo que no hubiera sido tolerado en edades más tempranas."
"Un aumento de la influencia de las mujeres en la vida pública a menudo se ha asociado con el declive de las naciones. Los romanos del final del imperio se lamentaban de que, a pesar de que Roma dominaba el mundo, las mujeres gobernaban Roma. En el siglo X, se observó una tendencia similar en el imperio árabe; las mujeres exigieron la admisión a las profesiones hasta ahora monopolizadas por los hombres. "¿Qué es lo que tienen la profesión de escribano, recaudador de impuestos o predicador, que ver con las mujeres?" - escribió el historiador contemporáneo, Ibn Bessam - "Estas ocupaciones siempre se han limitado sólo a los hombres". Muchas mujeres practicaron la abogacía, mientras que otras obtuvieron puestos como profesoras universitarias. Hubo cierta agitación cuando se solicitó la entrada de mujeres como jueces, que, no obstante, pareció no tener éxito. Poco después de este período, el gobierno y el orden público se derrumbaron, y los invasores extranjeros invadieron el país. El consiguiente aumento de la confusión y la violencia hizo insegura para las mujeres el moverse sin escolta por la calle, con el resultado de que el movimiento feminista, se derrumbó". Los desórdenes tras la toma militar en 861, y la pérdida del imperio, habían hecho estragos en la economía. En ese momento, se podría haber esperado que todo el mundo redoblara sus esfuerzos para salvar al país de la bancarrota, pero no ocurrió nada de eso. En cambio, en este momento de disminución del comercio y austeridad financiera, las gentes de Bagdad introdujeron la semana de cinco días laborables y dos festivos."
"Cuando leí por primera vez estas descripciones contemporáneas del Bagdad del siglo X, apenas podía creer lo que veía... El parecido en todos los detalles era impresionante:la desintegración del imperio, el abandono de la moral sensual, los cantantes 'pop' con sus guitarras, la entrada de las mujeres en las profesiones, la semana laboral de cinco días. ¡No me atrevería a aventurar una explicación! Hay tantos misterios en la vida humana que están más allá de nuestra comprensión."
"Las gentes de las grandes naciones del pasado parecen normalmente haber imaginado que su preeminencia duraría para siempre. Roma parecía a sus ciudadanos estar destinada para siempre a ser la dueña del mundo. Los califas abasíes de Bagdad declararon que Dios les había designado para gobernar la humanidad hasta el día del juicio. Hace setenta años, muchas personas en el Reino Unido creían que el imperio duraría para siempre (escrito en 1978)... Que sentimientos como estos pudieran expresarse públicamente sin evocar burla muestra que, en todas las edades, el surgimiento y declive de las grandes naciones han pasado desapercibida. Hasta las estadísticas más simples demuestran la rotación constante de una nación tras otra a intervalos regulares."
"No hemos extraído de la historia la obvia conclusión de que el éxito material, es el resultado del coraje, la perseverancia y el trabajo duro: una conclusión sin embargo obvia, observando los meteóricas ascensos en la historia de nuestros propios antepasados. Esta confianza autoinducida de su propia superioridad, parece ir mano a mano con el lujo que resulta de la riqueza, socavando el carácter de la raza dominante."
"Cuando el estado de bienestar se introdujo por primera vez en Gran Bretaña, fue aclamado como una nueva cota máxima en la historia del desarrollo humano. La historia, sin embargo, parece sugerir que la edad de la decadencia de una gran nación es a menudo un período que muestra una tendencia a la filantropía y solidaridad con otras razas...Los derechos de ciudadanía son entonces generosamente otorgados a todas las razas, incluso aquellas antes subyugadas, y la igualdad de la humanidad es proclamada. El Imperio Romano pasó por esta fase, la ciudadanía se aplicó por igual a todos los pueblos, y gentes de distitas provincias no originalmente romanas se convirtieron en senadores y emperadores. El Imperio Árabe de Bagdad fue igualmente, tal vez incluso más, generoso. Durante la Edad de las conquistas, árabes de pura raza constituían una clase dominante, pero en el siglo IX el imperio era ya completamente cosmopolita. La asistencia del Estado a los jóvenes y los pobres era igual de generosa. Los estudiantes universitarios recibían subvenciones del gobierno para cubrir sus gastos mientras recibían la educación superior. El Estado ofreció asimismo atención médica gratuita a los pobres. El primer hospital público gratuito fue abierto en Bagdad durante el reinado de Harun al-Rashid (786-809), y bajo su hijo, Mamun, se levantaron hospitales públicos gratuitos en todo el mundo árabe, desde España hasta lo que hoy es Pakistán. La impresión de que siempre serían ricos automáticamente provocó que el imperio en decadencia gastara pródigamente en su propia generosidad y benevolencia, hasta el momento en que la economía se derrumbó, las universidades se cierraron y los hospitales cayeron en la ruina. Tal vez sea erróneo imaginar el Estado del bienestar como el apogeo del logro humano. Puede resultar ser meramente un hito más que aparece con regularidad en el ciclo vital de un imperio envejecido y decrépito"."
"Tampoco es la decadencia algo físico. Los ciudadanos de los países en declive se describen a veces como demasiado emasculados físicamente para poder soportar dificultades o hacer grandes esfuerzos. Esto no parece ser una imagen real. Los ciudadanos de las grandes naciones en decadencia suelen ser físicamente más grandes y más fuertes que las de sus invasores bárbaros...La decadencia es una enfermedad moral y espiritual, resultante de un período demasiado largo de riqueza y poder, produciendo cinismo, declive de la religión, pesimismo y frivolidad. Los ciudadanos de una nación así ya no hacen un esfuerzo para salvarse a sí mismos, porque no están convencidos de que nada en la vida merezca la pena ser salvado"