Yo solo voy a decir una cosa, y la llevo manteniendo desde algún tiempo incluso anterior a el juicio del caso Alcasserse, yo no entraré en decir si fue o no fue, este, ese o aquél, si no qué, si una persona hace eso, ES UN lechón que merece una fin lenta, con harto dolor y sufrimiento, y una interminable estancia en lo que algunos conocen como infierno, o ser reencarnado en cucaracha y ser lascivamente pisoteado y bien pisoteado por cualquiera que pase por allí. Pero si es alguien que no fue, y se prestó a, para pasando por ello, tapar a terceras personas que ni conoce o ni conoció, entonces para mi, ES TAN lechón como el caso anterior. Porque a mi ya me podrían hacer todo tipo de perrerías físicas, psíquicas o amenazas de te vamos a dar de baja de la suscripción de la vida a este o esta familiar o a aquel o a aquella. Que ni corto ni perezoso, AL QUE SEA, LE SUELTO algo como ME VAIS A COMER LOS bemoles. Y luego que me maten o me torturen, porque yo, YO TENGO IMPRONTA, SELLO, por ahí por DONDE PASE.
Al margen de que sea un momento de 'bonanza' y tenga buen porte, o de precariedad y ande a harapos, de que tenga trabajo o esté en el paro, pareja o sin ella, casado, soltero, divorciado, viudo, rico o pobre, con esto, eso o aquello o al contrario, LA IMPRONTA, lo que DEFINE a uno y A SU SER. Eso SIEMPRE SE DEBE INTENTAR MANTENER al margen de todo lo demás.
Si el señor hubiese querido que hubiese sido un roedor, un roedor habría sido, y si hubiese querido que fuese un gusano sin valores, andaría arrastrándome y queriendo entrar en el oído de cualquier sujeto que anduviese dormido en el bosque, probablemente atraído por el cerumen. Pero no.......mira por donde el señor 'se enrolló' conmigo.