Miss Marple
Más allá de la burbuja
Estos días ha habido bastante debate sobre la propuesta de C's de eliminar la "asimetría legal" en la Ley Integral de Violencia de Género (según unos es un retroceso y un ataque a las mujeres, según otros es una restauración de la igualdad). Lo positivo de este debate es que ha servido para mostrar con una claridad a menudo ausente cual es el consenso sobre el tema de los partidos con aspiraciones a representación parlamentaria, ejemplificado en este editorial de El País de hoy:
Violencia machista: Penas justas | Opinión | EL PA
La Ley Integral de Violencia de Género (Ley Orgánica 1/2004) introdujo en nuestro ordenamiento jurídico el concepto de género, base del llamado feminismo de 3a ola. Este concepto es (citando al editorial): "(...) la idea de que la violencia machista se dirige contra las mujeres por el hecho de serlo y como consecuencia de unos patrones culturales que determinan relaciones de desigualdad dentro de la pareja. Se entiende que esa relación no es por una mera discriminación de tipo personal, sino estructural." O en palabras de Alberto Garzón en un reciente debate televisivo [explicando el concepto del patriarcado]: "Tenemos que hacer un proceso que reconozca, para empezar, que hay una opresión de la mujer por parte del hombre. Si no partimos de ahí, no se estará de acuerdo con la discriminación positiva, porque partimos de una desigualdad a todos los niveles."
La LIVG fue aprobada con los votos de todos los partidos en 2004. En 2008 el TC
resolvió los recursos presentados por algunos jueces dictaminando que un mayor castigo para la misma acción no iba contra el artículo 14 de la constitución ("Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sesso, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social").
La ideología de género (entender la sociedad como un patriarcado en el que los hombres oprimen a las mujeres, y que es necesario transformar radicalmente) me parece tan respetable como cualquier otra, aunque no la comparto. Lo que me parece preocupante es que esa ideología, que afecta al entendimiento de conceptos y derechos fundamentales como la igualdad ante la ley, haya sido adoptada como ideología de estado con un consenso político generalizado sin que se haya dado (que yo sepa) una oportunidad al electorado de escuchar los argumentos y declararse a favor o en contra. Creo que es importante, ahora que se habla de reformas constitucionales, plantear abiertamente el significado del concepto de igualdad, y dar a los españoles la oportunidad de incorporar o no a la constitución la ideología de género que sus representantes han decidido adoptar.
Violencia machista: Penas justas | Opinión | EL PA
La Ley Integral de Violencia de Género (Ley Orgánica 1/2004) introdujo en nuestro ordenamiento jurídico el concepto de género, base del llamado feminismo de 3a ola. Este concepto es (citando al editorial): "(...) la idea de que la violencia machista se dirige contra las mujeres por el hecho de serlo y como consecuencia de unos patrones culturales que determinan relaciones de desigualdad dentro de la pareja. Se entiende que esa relación no es por una mera discriminación de tipo personal, sino estructural." O en palabras de Alberto Garzón en un reciente debate televisivo [explicando el concepto del patriarcado]: "Tenemos que hacer un proceso que reconozca, para empezar, que hay una opresión de la mujer por parte del hombre. Si no partimos de ahí, no se estará de acuerdo con la discriminación positiva, porque partimos de una desigualdad a todos los niveles."
La LIVG fue aprobada con los votos de todos los partidos en 2004. En 2008 el TC
resolvió los recursos presentados por algunos jueces dictaminando que un mayor castigo para la misma acción no iba contra el artículo 14 de la constitución ("Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sesso, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social").
El razonamiento para la sentencia (aprobada por 7 votos a 5) era que la misma conducta agresiva, cuando se da de un hombre a una mujer en una relación de pareja, representaba un mayor daño y por tanto merecedora de un mayor pena que cuando se da de la mujer hacia el hombre al encuadrarse en una pauta cultural de dominación ("no resulta reprochable el entendimiento legislativo referente a que una agresión supone un daño mayor en la víctima cuando el agresor actúa conforme a una pauta cultural –la desigualdad en el ámbito de la pareja– gene-radora de gravísimos daños a sus víctimas y dota así consciente y objetivamente a su comportamiento de un efecto añadido a los propios del uso de la violencia en otro contexto"), ratificando la aplicación de la ideología de género.
La ideología de género (entender la sociedad como un patriarcado en el que los hombres oprimen a las mujeres, y que es necesario transformar radicalmente) me parece tan respetable como cualquier otra, aunque no la comparto. Lo que me parece preocupante es que esa ideología, que afecta al entendimiento de conceptos y derechos fundamentales como la igualdad ante la ley, haya sido adoptada como ideología de estado con un consenso político generalizado sin que se haya dado (que yo sepa) una oportunidad al electorado de escuchar los argumentos y declararse a favor o en contra. Creo que es importante, ahora que se habla de reformas constitucionales, plantear abiertamente el significado del concepto de igualdad, y dar a los españoles la oportunidad de incorporar o no a la constitución la ideología de género que sus representantes han decidido adoptar.