Markkus
Madmaxista
Si bien su viabilidad está en tela de juicio debido a: 1) exige un salto cualitativo en la escala del pensamiento y acción humanas. 2) poderosas fuerzas económicas, geo-políticas, mediáticas, militares etc. obran en contra de cualquier proyecto de transformación social que atente contra los privilegios de la ínfima minoría de la población que tiene en sus manos buena parte de la riqueza global.
Porque es acojonante la desinformación que hay respecto del socialismo en general y del marxismo en particular. No es novedad que las oligarquías nacionales y globales mantienen su dominación no ya sólo por medio de tener el control de la violencia a través del Estado sino también por medio de la propaganda, la propagación de ideología en el sentido de ser un velo que enmascara la realidad. Así tenemos a millones de modernos esclavos alienados, brutalizados, instrumentalizados como mano de obra productora de plusvalías para que cuatro me gusta la fruta se peguen la buena vida. No es ideología, es realidad tal y como por ejemplo en estos días denuncia la OIT u OXFAM.
Luego lees a Marx y flipas, claro. Cómo un hijo de la gran chingada hace 150 y pico de año describió con tanta maestría la barbarie actual y pretérita. El que lea esta cosa y tenga narices le recomiendo que se agarre los Manuscritos económico-filosóficos y se prepare para entender la realidad a través de un prisma que no te deja indiferente.
Claro, el comunismo consiste sencillamente en revolucionar la Humanidad llevándola a su más alto grado: aquel en el que todos sus miembros tienen garantizado el desarrollo de sí mismos sin perjuicio de libre desarrollo de lo demas. Algo materializado en trabajar 4 horas y disponer del resto del tiempo para uno mismo. Algo nada utópico en la medida que es la misma sociedad la que dispone de sí, eliminando cualquier tipo de parásito político o económico, socializando los medios de producción y fomentando la cultura, la formación, la participación en los asuntos públicos que nos conciernen. Naturalmente un modelo así de sociedad es una empresa que precisa de ingentes esfuerzos pues la degradación que engendra el capitalismo sobre el ser humano le impide tal tentativa de auto-gobierno.
La tarea de nosotros los ALFAS en esta época de disolución no es otra que estar preparados para, llegada la hora, encabezar los procesos de cambio que la Humanidad exige. Una genuina Revolución precisa de formar una vanguardia de modernos DURRUTIS; pero no uno ni, ni siquiera una docena, sino cientos de DURRUTIS. Tíos curtidos en la vida, en el TEMPLO, en el trabajo viril y exigente del que sale adelante con su esfuerzo. Tíos con la potencia del acero entrando en el Parlamento dándole una leche a la puerta y dejándole claro a esos me gusta la fruta encorbatados quién MANDA ahora. Individuos capaces de movilizar a lo más activo y granado de la sociedad empujando fuerte hacia la conquista del poder.
PD: Ahora entrarán los esclavitos educados en comerle la platano la oligarquía a soltar tonterías. Los mismos setecientoseuristas que viven en un país gobernado por la mafia que les expolia y quita derechos, un país con el recibo de la luz más caro de Europa donde se ha regalado 45.000 millones a los bancos y la injusticia social y pobreza aumenta de forma acojonante. Un país endeudado hasta los narices donde la oligarquía económica imbricada con el poder político no deja respirar al tejido social del país.
Qué falta hace un puñetero cambio.
Socialismo o barbarie. No hay alternativa.
Porque es acojonante la desinformación que hay respecto del socialismo en general y del marxismo en particular. No es novedad que las oligarquías nacionales y globales mantienen su dominación no ya sólo por medio de tener el control de la violencia a través del Estado sino también por medio de la propaganda, la propagación de ideología en el sentido de ser un velo que enmascara la realidad. Así tenemos a millones de modernos esclavos alienados, brutalizados, instrumentalizados como mano de obra productora de plusvalías para que cuatro me gusta la fruta se peguen la buena vida. No es ideología, es realidad tal y como por ejemplo en estos días denuncia la OIT u OXFAM.
Luego lees a Marx y flipas, claro. Cómo un hijo de la gran chingada hace 150 y pico de año describió con tanta maestría la barbarie actual y pretérita. El que lea esta cosa y tenga narices le recomiendo que se agarre los Manuscritos económico-filosóficos y se prepare para entender la realidad a través de un prisma que no te deja indiferente.
Claro, el comunismo consiste sencillamente en revolucionar la Humanidad llevándola a su más alto grado: aquel en el que todos sus miembros tienen garantizado el desarrollo de sí mismos sin perjuicio de libre desarrollo de lo demas. Algo materializado en trabajar 4 horas y disponer del resto del tiempo para uno mismo. Algo nada utópico en la medida que es la misma sociedad la que dispone de sí, eliminando cualquier tipo de parásito político o económico, socializando los medios de producción y fomentando la cultura, la formación, la participación en los asuntos públicos que nos conciernen. Naturalmente un modelo así de sociedad es una empresa que precisa de ingentes esfuerzos pues la degradación que engendra el capitalismo sobre el ser humano le impide tal tentativa de auto-gobierno.
La tarea de nosotros los ALFAS en esta época de disolución no es otra que estar preparados para, llegada la hora, encabezar los procesos de cambio que la Humanidad exige. Una genuina Revolución precisa de formar una vanguardia de modernos DURRUTIS; pero no uno ni, ni siquiera una docena, sino cientos de DURRUTIS. Tíos curtidos en la vida, en el TEMPLO, en el trabajo viril y exigente del que sale adelante con su esfuerzo. Tíos con la potencia del acero entrando en el Parlamento dándole una leche a la puerta y dejándole claro a esos me gusta la fruta encorbatados quién MANDA ahora. Individuos capaces de movilizar a lo más activo y granado de la sociedad empujando fuerte hacia la conquista del poder.
PD: Ahora entrarán los esclavitos educados en comerle la platano la oligarquía a soltar tonterías. Los mismos setecientoseuristas que viven en un país gobernado por la mafia que les expolia y quita derechos, un país con el recibo de la luz más caro de Europa donde se ha regalado 45.000 millones a los bancos y la injusticia social y pobreza aumenta de forma acojonante. Un país endeudado hasta los narices donde la oligarquía económica imbricada con el poder político no deja respirar al tejido social del país.
Qué falta hace un puñetero cambio.
Socialismo o barbarie. No hay alternativa.
