The collapse of Saudi Arabia is inevitable
El martes 22 de septiembre de Oriente Medio Ojo rompió la historia de un alto miembro de la familia real saudí pide un "cambio" en el liderazgo para defenderse de colapso del reino.
En una carta distribuida entre los príncipes saudíes, su autor, un nieto del último rey Abdulaziz Ibn Saud, culpó titular rey Salman para la creación de problemas sin precedentes que ponían en peligro la supervivencia continuada de la monarquía.
"No vamos a ser capaces de detener el drenaje de dinero, la adolescencia política, y los riesgos militares si no cambiamos los métodos de toma de decisiones, incluso si eso implicaba cambiar el propio rey", advirtió la carta.
Sea o no un golpe de Estado real interna es la vuelta de la esquina - y observadores informados piensan como una perspectiva "de fantasía" - el análisis de la letra de la terrible situación de Arabia Saudita es sorprendentemente precisa.
Al igual que muchos países de la región que tiene ante sí, Arabia Saudita está al borde de una tormenta perfecta de desafíos interconectados que, si la historia es cualquier cosa a juzgar por, será la ruina de la monarquía dentro de la próxima década.
Oro oscuro hemorragia
El mayor elefante en la habitación es el petróleo. Fuente principal de Arabia Saudita de los ingresos, por supuesto, es la exportación de petróleo. Durante los últimos años, el reino ha inyectado en niveles récord para sostener la producción, manteniendo los precios del petróleo baja, socavando compiten los productores de petróleo de todo el mundo que no pueden permitirse el lujo de permanecer en el negocio en esos márgenes de beneficio minúsculos, y allanando el camino para Arabia petroquímica dominación.
Pero la capacidad ociosa de Arabia Saudita para bombear como locos sólo puede durar tanto tiempo. Una nueva revisión por pares de estudio en la Revista de la Ciencia del Petróleo e Ingeniería prevé que Arabia Saudí experimentará un pico en la producción de petróleo, seguido por el declive inexorable, en el año 2028 - que es sólo 13 años de distancia.
Esto bien podría subestimar la magnitud del problema. Según la Tierra Modelo de Exportación (ELM) creado por Texas, geólogo del petróleo Jeffrey J Brown y el Dr. Sam Foucher, la cuestión clave no es la producción de petróleo por sí solo, pero la capacidad de traducir la producción en exportaciones contra las crecientes tasas de consumo interno.
Brown y Foucher mostraron que el punto de inflexión a tener en cuenta es cuando un productor de petróleo ya no puede aumentar la cantidad de las ventas de petróleo en el extranjero debido a la necesidad de satisfacer la creciente demanda de energía doméstica.
En 2008, ellos encontraron que las exportaciones netas de petróleo saudíes habían comenzado ya en declive a partir de 2006. Se pronostica que esta tendencia continuará.
Tenían razón. De 2005 a 2015, las exportaciones netas saudíes han experimentado una tasa de disminución anual de 1.4 por ciento, dentro del rango pronosticado por Brown y Foucher. Un informe de Citigroup recientemente predijo que las exportaciones netas podrían caer en picado a cero en los próximos 15 años.
De ricos a pobres
Esto significa que los ingresos estatales saudíes, 80 por ciento de los cuales provienen de las ventas de petróleo, se dirigen hacia abajo, terminal.
Arabia Saudita es el mayor consumidor de energía de la región, la demanda interna de haber aumentado un 7,5 por ciento en los últimos cinco años - impulsado en gran medida por el crecimiento demográfico.
La población saudita total se estima que crezca de 29 millones de personas hoy en día a 37 millones en 2030. A medida que la expansión demográfica absorbe la producción de energía de Arabia Saudita, la próxima década tanto, es probable que veamos petrolera del país exportador capacidad cada vez más restringida.
La energía renovable es una avenida que Arabia Saudita ha tratado de invertir en destetar la demanda interna de la dependencia del petróleo, con la esperanza de liberar la capacidad de las ventas de petróleo en el extranjero, manteniendo así los ingresos.
Pero a principios de este año, la presión sobre las finanzas del reino comenzó a mostrar cuando anunció un niño de ocho años de retraso a su $ 109 mil millones del programa solar, que se suponía iba a producir un tercio de la electricidad de la nación para el año 2032.
Los ingresos del Estado también se han visto afectados por medio de retroceso de la propia estrategia miope del reino de socavar la competencia productores de petróleo. Como anteriormente me informé, Arabia Saudita ha mantenido altos niveles de producción, precisamente para mantener los precios mundiales del petróleo baja, por lo que las nuevas empresas no rentables para los rivales, como la industria del gas de esquisto de Estados Unidos y otros productores de la OPEP.
El tesoro Arabia no ha escapado a las secuelas de la reducción de las ganancias aceite resultante - pero la idea era que las reservas financieras importantes del reino permitirían a capear el temporal hasta que sus rivales son forzados fuera del mercado, incapaz de hacer frente a la crónica falta de rentabilidad.
Eso no ha sucedido todavía bastante. Mientras tanto, considerables reservas de Arabia Saudita se están agotando a sin precedentes niveles, pasando de su 08 2014 pico de $ 737 mil millones a $ 672bn mayo - una caída de alrededor de $ 12 mil millones al mes.
A este ritmo, a finales de 2018, las reservas del reino podrían agotar un precio tan bajo como $ 200 mil millones, una eventualidad que probablemente se prevé por los mercados mucho antes, lo que provocó la fuga de capitales.
Para compensar esta perspectiva, el enfoque del Rey Salman ha sido acelerar el endeudamiento. ¿Qué sucede cuando en los próximos años las reservas se agotan, los aumentos de la deuda, mientras que los ingresos del petróleo siguen siendo tensas?
Al igual que con los regímenes autocráticos como Egipto, Siria y Yemen - todos los cuales se enfrentan a diversos grados de malestar interno - uno de los primeros gastos a recortar en tiempos difíciles serán las subvenciones internas de lujo. En los antiguos países, reducciones de las subvenciones sucesivas que responden a los impactos de cohetes precios de los alimentos y del petróleo alimentan directamente a los agravios que generaron los levantamientos "primavera árabe".
La riqueza petrolera de Arabia Saudita, y su capacidad única de mantener generosos subsidios para el petróleo, vivienda, alimentos y otros artículos de consumo, juega un papel importante en defenderse de los que el riesgo de disturbios civiles. Subsidios a la energía solo representan alrededor de un quinto del producto interno bruto de Arabia.
Puntos de presión
Como los ingresos son cada vez más tensas, la capacidad del reino para mantener una tapa sobre el aumento de la disidencia interna se vacilar, como ya ha ocurrido en los países de la región.
Cerca de un cuarto de la población de Arabia vive en la pobreza. El desempleo está en el 12 por ciento, y afecta a las personas en su mayoría jóvenes - el 30 por ciento de los cuales están en el paro.
El cambio climático se lanzó para aumentar los problemas económicos del país, sobre todo en relación con los alimentos y el agua.
Al igual que muchos países de la región, Arabia Saudita ya está experimentando los efectos del cambio climático en forma de aumento de las temperaturas más fuertes en el interior, y amplias zonas de déficit de lluvias en el norte. Para 2040, se espera que las temperaturas medias a ser más alta que el promedio mundial, y podrían aumentar hasta un 4 grados centígrados, mientras que las reducciones de lluvia podrían empeorar.
Esto iría acompañado de fenómenos meteorológicos más extremos, como el Jeddah inundaciones 2010 causada por la pena de lluvia de un año se producen en el transcurso de tan sólo cuatro horas. La combinación podría afectar dramáticamente la productividad agrícola, que ya se enfrenta a retos de sobrepastoreo y prácticas agrícolas industriales insostenibles que conduce a la desertificación acelerada.
En cualquier caso, el 80 por ciento de las necesidades de alimentos de Arabia Saudita se adquirió a través de importaciones fuertemente subsidiadas, lo que significa que sin la protección de esas subvenciones, el país se vería muy afectado por las fluctuaciones en los precios mundiales de los alimentos.
"Arabia Saudita es particularmente vulnerable al cambio climático como la mayor parte de sus ecosistemas son sensibles, sus recursos hídricos renovables son limitados y su economía sigue siendo muy dependiente de las exportaciones de combustibles fósiles, mientras que las presiones demográficas significativas siguen afectando la capacidad del gobierno para atender las necesidades de los su población ", concluyó un informe de la Organización de las Naciones Unidas Alimentación y la Agricultura (FAO) en 2010.
El reino es uno de los más escasez de agua en el mundo, en 98 metros cúbicos por habitante por año. La mayor extracción de agua es de las aguas subterráneas, el 57 por ciento de los cuales es no renovable, y el 88 por ciento de los que va a la agricultura. Además, las plantas de desalinización se reúnen alrededor del 70 por ciento de los suministros de agua domésticos del reino.
Pero la desalación es muy intensiva en energía, lo que representa más de la mitad del consumo nacional de petróleo. Como el aceite de las exportaciones se agoten, junto con los ingresos del Estado, mientras que los aumentos del consumo interno, la capacidad del reino de utilizar la desalinización para satisfacer sus necesidades de agua disminuirá.
Fin del camino
En Irak, Siria, Yemen y Egipto, los disturbios civiles y la guerra total se remonta a los efectos devastadores de la disminución del poder del Estado en el contexto de las sequías inducidas por el clima, declive agrícola, y el agotamiento del petróleo rápida.
Sin embargo, el gobierno saudita ha decidido que en lugar de aprender las lecciones de la arrogancia de sus vecinos, no va a esperar a que la guerra para volver a casa - pero exportará fácilmente guerra en la región, en un intento alocado para extender su hegemonía geopolítica y prolongar su petro -dominance.
Por desgracia, estas acciones son sintomáticos de la ilusión fundamental que ha evitado todos estos regímenes de responder racionalmente a la crisis de la civilización que está desentrañando el suelo de debajo de sus pies. Ese engaño consiste en una fe inquebrantable fundamentalista: el más-como hasta ahora va a resolver los problemas creados por business-as-usual.
Al igual que muchos de sus vecinos, tales arraigadas realidades estructurales significan que Arabia Saudita es de hecho a punto de fracaso del Estado prolongada, un proceso probable que despegue en los próximos años, llegando a ser verdaderamente evidente dentro de una década.
Lamentablemente, los pocos miembros de la familia real que creen que pueden salvar su reino de su inevitable desaparición por un poco de régimen de giro experimental no son menos iluso que aquellos que tratan de eliminar.
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