Pues llámalos ataques de verdadera risa, inane.
Hay que reconocer que son inteligentes y además los me gusta la fruta se lo pasan bien, porque dar un golpe de estado en la capital del imperio con un tío vestido de búfalo es para morirse de risa y de gusto. No cabe mayor osadía ni esperpento. Y además máxima eficiencia.
El problema vendrá cuando la dura realidad se imponga, la gente se revuelva sin saber por qué y tengan que echar mano de sujetos como Flynn. Se acabaron las bromas cuando los tuyos, los más cercanos, empiezan a caer víctimas de las drojas, la violencia, el hambre, la guerra, incluida la bacteriológica. Hasta las fuerzas de seguridad se dividirán. Ya veremos entonces si seguirán riendo.