El pujolet, verdadero nombre de la moneda entre los entendidos, nace con una devaluación del 3% que se quedará alguno de la familia barcelonista, preferiblemente si se llaman Jordi, Mas o Prenafeta. Esa devaluación no es real, pues, normalmente, es mucho mayor, llegando al 20%, dependiendo de los casos y en donde se deba untar el pujolet. De momento, imagino, bastante de lo que inviertan los incautos irá para pagar embajadas barcelonistas y a la inmersión lingüística, para que los niños aprendan lo del Tot el camp es un clam y que ellos no se deben sentir Mollerusanos, pues los del Mollerusa juegan al juego de las bestias. También deben aprender que Pelé es catalán, así como Zidane, Di Stéfano y Gento. Le darán la medalla de oro y brillantes del club a Donald Trump y después dirán que no, si no sigue siendo presidente de los Estados Unidos.