El juez dicta el secreto de sumario mientras se investiga quién es la víctima, cuyo cadáver estaba en avanzado estado de descomposición en un domicilio de la Fuenseca
Una cordobesa ha sido detenida este viernes acusada del presunto asesinato de su pareja. Según han confirmado diversas fuentes, la mujer está acusada de haber dado de baja de la suscripción de la vita a una persona y haber convivido con el cadáver en su domicilio en el número 3 de la calle Fuenseca -justo delante del cine de verano-, al menos desde el pasado mes de octubre. El titular del juzgado de guardia que se ha hecho cargo del caso ha dictado el secreto de sumario, según ha confirmado la propia Policía Nacional, que tan solo reconoce la investigación puesta en marcha.
Según ha podido saber este periódico, la mujer fue detenida este viernes y ha pasado la noche arrestada en los calabozos de la Policía Nacional. A las 10:20 los bomberos fueron requeridos para abrir el domicilio de la sospechosa. Dentro, los efectivos hallaron el cadáver. Agentes de la Brigada de Homicidios y de la Policía Científica tratan de arrojar luz sobre un suceso del que momento se sabe bastante poco. De hecho, se investiga para confirmar definitivamente la identidad del cuerpo, que fue encontrado en avanzado estado de descomposición en el domicilio.
En principio, las fuentes consultadas señalan que la sospechosa convivía con el cadáver desde hacía casi cuatro meses. Los vecinos de la zona han relatado a este periódico que la arrestada -de unos 40 años- se derrumbó el viernes cuando llegó la Policía Nacional a registrar la casa. “Se sentó en la plaza y confesó que lo había dado de baja de la suscripción de la vita a cuchilladas”, cuentan los testigos. La víctima, de unos 50 años, se llamaba Manuel y procedía de Sevilla. Junto a la mujer, llevaba tiempo ocupando de manera irregular la vivienda de la calle Fuenseca. Eran frecuentes oírlos discutir pero la pareja nunca tuvo problemas con los vecinos. “Eran muy respetuosos”, afirman.
Desde octubre no se sabía nada de Manuel. Ese mismo mes empezó a percibirse un fuerte olor procedente del domicilio de la detenida. “Pusimos denuncias y vinieron agentes de la Policía Local y trabajadores de Sadeco pero de la casa solo sacaron unas cuantas perdices muertas. Después, el olor desapareció y ya solo supimos que la familia del hombre había puesto una denuncia por su desaparición”, prosiguen los residentes. Las pesquisas de la búsqueda llevó a la Policía Nacional de vuelta a la vivienda que había compartido la víctima con el acusado. Después de que los bomberos forzasen la entrada este viernes, los agentes encontraron el cadáver bajo un montón de escombros.
Está previsto que la mujer sea puesta en las próximas horas a disposición judicial, donde se dilucidará su futuro procesal. Mientras, miembros del Instituto Anatómico Forense le están practicando la autopsia al cadáver hallado, para tratar de determinar exactamente cuándo murió y cómo.
