Desconexión del sistema: apoyo la decisión de "El Rubius" de irse a Andorra

Mateo77

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Para mi, 2020 ha supuesto la perdida definitiva de la confianza en la honestidad del vigente sistema (en España, en Europa y en todo occidente, el sistema de otros lugares como China ya no tenía ninguna credibilidad para mi). La gestión de la crisis, la cuestión de los diversos procesos electorales, los avances en la cultura de la muerte y la degradación, e incluso el tratamiento de lo religioso, me ha acabado de quitar la venda de los ojos. Simplemente ya no confío en este sistema. El problema no es coyuntural sino estructural. El camino a seguir a corto y medio plazo es desvincularse de este sistema lo mejor que se pueda, formando pequeñas comunidades con personas de confianza, tan autosuficientes como sea posible. Nada de salir a quemar las calles y cosas similares porque eso es participar en la propia lógica de este orden de las cosas. Ese modo de proceder ha contribuido a construir este sistema. Se trata de ofrecer resistencia pasiva y siempre pacífica, que pasa por el genuino desprecio a lo que este sistema ofrece.

Es decir, me parece correcta la decisión que ha tomado el streamer "El Rubius", aunque no creo que él sea consciente de la repercusión de tal decisión. Es buena tanto para él como por el ejemplo que da a sus millones de seguidores. Se ha mudado a un lugar más pequeño y apartado, reduce su financiación al presente sistema y se acerca a una comunidad de personas que conoce y con intereses comunes.

Todo esto se debería complementar con un proceso de formación y purificación espiritual en Cristo. Dios mediante muchos recorrerán ese camino.

Mientras tanto, el sistema se derrumbará poco a poco por la masa crítica dañina que ha adquirido. Esto se notará en particular en las zonas más centrales, como son las grandes ciudades. La decisión del "El Rubius" puede parecer meramente económica, pero es la expresión de algo mucho más profundo. Captura algo muy profundo en el sentir de toda una generación. Los youtubers más preocupados por el dinero ya habían emigrado hace tiempo. "El Rubius" quería vivir en una gran ciudad en medio de este sistema. Desde hace tiempo observo cambios en el pensamiento de los veinteañeros. Aprecio un descontento ante lo que está pasando, desesperanza ante el futuro y crecientemente hastío por los bienes que este sistema les ofrece (la falta de interés por los automóviles solo ha sido un primer paso). Los jóvenes, sin futuro y ya sin presente, y que pese a todo no salen a quemar las calles (para desconcierto de sector agitprop del foro), están construyendo, sin saberlo, y como muchas otras veces ha sucedido, un nuevo futuro en ruptura con el sistema actual.
 

Mateo77

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Por extenderme un poco en las razones de mi pérdida de confianza:

* He perdido la confianza en la ciencia.
Es decir, yo tengo gran aprecio por la ciencia y la tecnología, y mi formación da testimonio de ello. El método científico es un camino para explorar la verdad de toda una región de la Creación. Por desgracia se prostituye todo esto para hacerlo servir a los intereses ideológicos y económicos, de modo que he llegado a desconfiar de cualquier resultado científico que apoye cualquier agenda política de moda, de un signo u otro.

* He perdido la confianza en la medicina.
La crisis del el bichito ha puesto en relieve la gestión política utilitarista, donde prima un bien común definido en términos principalmente económicos, sin tampoco extender esto a toda la población. La industria farmaceutica también gira en torno al beneficio económico, y la propia ética de los profesionales crecientemente abandona la ferrea defensa de la vida para abrazar la postura relativista que admite aborto, eutanasia, restricción de libertades fundamentales, manipulación genética y otros procedimientos reprobables. Con la cultura de la muerte y el engaño implantándose de manera acelerada, ¿cómo confiar en la medicina que se nos ofrece "por nuestro bien"?

* He perdido la confianza en el sistema democrático
El argumento clásico contra la democracia es el de la diferencia de dones de cada persona. Administrar es una ocupación a tiempo completo, al igual que vigilar a los administradores. Requiere tiempo, esfuerzo y capacidad, y es inadmisible esperar esto de todos los votantes, o siquiera de un mínimo porcentaje de ellos. Por esta causa, la manipulación mediante la gestión de la información disponible está a la orden del día, entregando de facto el poder a quien controle los medios de comunicación. Estos se han radicalizado en los últimos años hasta niveles insufribles, y en general siempre en un único sentido (el de la agenda impuesta a nivel global). La magnitud del trabajo de lavado de cerebro es señal de lo antihumana que es la doctrina a imponer.

Se habla mucho (y con razón) de fake news, noticias falsas. Operan grupos organizados a favor de ideologías extremistas y de poderes extranjeros, con el propósito de destruir este sistema sembrando el caos en la medida que las redes sociales digitales se lo permiten. Sin embargo, estos grupos encuentran caminos de acceso hacia la atención de la ciudadanía por causa de la creciente desafección de esta ante las "fake news" de corte ideológico, es decir, ante el proceso masivo de lavado de cerebro oficialista. La desinformación es una moneda de dos caras.

Siendo mucho todo esto, se ha dado un paso más: cuando no basta con la gestión de la información, la manipulación directa del voto también es un procedimiento disponible. A esto obedece la implantación acelerada de tecnología digital en los sistemas electorales. Todo lo digital puede ser manipulado facilmente y sin apenas dejar huella.

* He perdido la confianza en el estado del bienestar
Se vendía como una utopía humanista abierta a todos, pero el tiempo ha demostrado la insostenibilidad del "estado del bienestar". Una vez agotada la vía del endeudamiento masivo y del control de población mediante la promoción del aborto, la inestabilidad laboral, emocional y en el ámbito de la pareja, el discurso cambia al del decrecimiento por imperativo ecológico. El problema es, sin embargo, que la sociedad ha perdido en gran medida el apoyo familiar por la transición al sistema centrado en el Estado como proveedor. Cuando este se vuelve contra la población incumpliendo las promesas, aparece un gravísimo problema que ya está a las puertas. Ya no es algo a medio o largo plazo, ya no es la insostenibilidad de las pensiones cuando esta generación se jubile. La población joven asume desde hace tiempo un peso excesivo, y con la creciente heterogeneidad de la población y la pérdida de la confianza en el futuro, su aporte para sostener el sistema a corto plazo está crecientemente en cuestión.

Lo dicho, el problema es estructural. Es este sistema el que nos ha traido a este punto, movido por su lógica interna.