Lo que se consume,salvo contadísimas excepciones,es a costa de reducir demasiado el precio y de ofertas de excepción,trasladándose a sueldos acordes a esa devaluación,los cuales tienen menor capacidad de compra,lo cual sigue empujando los precios a la baja y así hasta que ya no se pueda materialmente tirar más del carro.Una subida de carburantes sería letal.