Yo fui niño en los últimos años del franquismo, y fui muy feliz, y estaba todo el día fuera de casa desde bien pequeño.... y eso que vivía en Carabanchel al lado de Pan Bendito....Ya me extrañaba porque aunque fuera cierto lo normal sería no hacerlo público. Ojito con los bulos, pondrán a todo el mundo a seguir a los jovenlandeses, a los seat o cualquier coche blanco y se perderá la atención en otros sujetos o vehículos. Si la gente interioriza un bulo de estos, de repente algunos hasta les parecerá haberlo visto ese día aunque a lo mejor vieron dos jovenlandeses por allí hace una semana o un coche blanco desconocido hace un mes y les parecerá que lo vieron el día del secuestro.
---------- Post added 01-mar-2018 at 13:11 ----------
Es terrible como ha cambiado nuestra sociedad, los que tenemos hijos nos vemos obligados a tenerlos atados todo el día, sin poder salir de casa solos sin vigilancia hasta ciertas edades, siempre sufriendo por la cantidad de orates que hay sueltos, siempre controlados ahora gracias a los teléfonos que en realidad no sirven para nada. Parece mentira que hace 20-30 años pudiéramos estar solos en la calle sin teléfonos, de un lado a otro y nuestros padres estaban tranquilos, el único peligro que veían nuestros padres era que con la adolescencia nos engancháramos a las drojas o nos juntáramos con quinquis.
Quizás en capitales o ciudades grandes ya se empezaban a tomar precauciones pero en ciudades más pequeñas y pueblos o urbanizaciones era libertad total desde 8-10 años o incluso antes porque los mayores vigilaban a los pequeños. Ahora hasta para ir a comprar el pan a la esquina al lado de casa tenemos miedo de dejar a un crío de menos de 12-13 años solo. Por eso se crían encerrados en casa sobreprotegidos y atontados para lidiar después solos en la vida, con la televisión, la play y el teléfono/internet, si no los llevamos a actividades deportivas en grupo o con nosotros no se moverían más que lo justo para ir al colegio. Desde lo de Alcásser y todo lo que hemos visto después más las noticias de tarados que disfrutan violando bebés o visionando esas cosas nos tienen traumatizados. Vaya cosa de vida.
Y cuando me iba los veranos al pueblo de mis abuelos, todavía más... la casa abierta todo el día, con una cortina nada más en la puerta.
Eso si, FRANCO era muy malo y vivíamos muy mal