El dinero fácil es peligroso, como vino sin esfuerzo se va sin remordimiento, dejando un vacío que ahoga al hombre y aúpa al mono. Con el dinero fácil uno se agita como un colibrí con su incesante aleteo, comparable al intenso palpitar que sucede al comprar. No existe nada más adictivo que el dinero fácil.
Ahora la suerte lo puso difícil y solo veo imagines del monstruo de las galletas comiendo.
Ahora la suerte lo puso difícil y solo veo imagines del monstruo de las galletas comiendo.