Todo el centro de Madrid está tomado por estos Untermenschen latinoamericanos, jovenlandeses en pleno corazón de la otrora capital de España. Los españolitos blanquitos están desapareciendo de esas zonas a un ritmo casi exponencial.
La solución es fácil: disuadir a la inmi gración con medidas punitivas, internar en campos de trabajo a los jovenlandeses-latinoamericanos con delitos mientras esperan a su deportación e imponer un Apartheid necesario para los que se quedan (por supuesto queda prohibido los matrimonios y parejas mixtas): sólo un grupo selecto y productivo de entre ellos tendrá derechos parecidos a los de los nacionales.