El Piñoletas
Mayéutico
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- 23 Abr 2024
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En el argumentario colectivo de la Guarde resulta muy socorrida la muletilla de que este subforo está pensado para "echarse unas risas", para tratar con ligereza cínica y banal todo tipo de asuntos y que por tanto resulta necio tomárselo en serio. Sin embargo, en los últimos tiempos abundan los testimonios que con indisimulada preocupación señalan la indudable decadencia de este espacio virtual.
Todo apuntaría a que el súperavit de risa sin criterio habría resultado pernicioso para la supervivencia del foro, estando directamente relacionado con un fenómeno paralelo e innegable: el de su declive, estableciéndose entre ambos fenómenos una necesaria relación de causa-efecto.
www.burbuja.info
www.burbuja.info
Recientemente un guarderito de bajo nivel abundaba en este argumento de la guarde como espacio en el que la inteligencia debe retirarse con el fin de que la risa encuentre un terreno propicio de libertad irrestricta para que su desempeño no encuentre resistencias dialécticas.
La pregunta es: puede un espacio público sustraerse al análisis, a la reflexión, a la crítica, a la inteligencia, en suma: a la razón colectiva sin que ello le acabe pasando factura?
La respuesta que nos da el alopécico de medio pelo es que sí: la razón es convencional y mediante contrato suscrito entre las partes la inteligencia puede activarse o desactivarse a capricho para mayor provecho de esas partes, pues las risas son inocuas y ningún escenario colectivo debe cuestionar la prerrogativa particular que el LOL tiene de prevalecer por encima de todo otro argumento.
Que en este foro la razón y el LOL están enemistados sin posible acuerdo de conciliación entre ambos lo prueba por ejemplo este hilo y otros de su mismo tenor:
Si al lisiado psíquico y emocional que lo ha publicado se le pusiera en la tesitura de tener que justificar argumentalmente su actuación, con toda seguridad sólo sería capaz de articular un torpe balbuceo semejante a: "Es por el LOL". Y no podría ir más allá porque lo limitado de sus luces le impiden dar una respuesta de amplias miras más allá del restringido "contrato" que ha suscrito con sus pares: "Ríete a condición de dejar en suspenso tu inteligencia y tu buen criterio".
Así es como se justifica uno de los artífices más comprometidos con la producción de risa (el troll) ya que en ella halla su única razón de ser y estar en el foro. El caso es que cuando se practica un poco reconocido ejercicio de sentido común se aprecia a simple vista que la estupidez y las risas que propicia no son inocuas en modo alguno, y sí: están condenadas a tener consecuencias, porque en realidad el troll no ha subscrito ningún contrato que le dé carta blanca para ofender indiscriminadamente, y ello le acabará pasando factura a él y al ámbito de lo supuestamente risible que le presta cobertura.
Hay, en efecto, en la risa, y especialmente en la risa que produce el troll, un componente claramente disruptivo. Con carácter general la risa aparece cuando a alguien que no es de nuestro agrado le sucede algo que lo degrada. En el escenario particular de este paraíso del troll, la risa, admitámoslo o no, siempre, tiene un componente violento que se desvincula de todos, que no se somete al consenso de nadie de igual manera que el caos que genera, sólo supuestamente, escapa a la jurisdicción de la razón escrutadora y no se deja someter por ella. De ahí surge ese componente "liberador" de las servidumbres de la razón responsable y vinculante que el troll tan bien sabe explotar en beneficio propio.
La risa es en último término una reación frente a una degradación, pero no una degradación cualquiera, sino una degradación provocada y deliberada de valores. La risa provoca en el troll un sentimiento de superioridad, de empoderamiento virtual: se ríe y hace reír a los demás cuando perciben una impericia, un descuido, y ese desacreditamiento, ese descarrilamiento de la razón le enaltece a él y a sus correligionarios.
El que ríe juzga, ejerce una crítica (del griego ho krites = el juez). Por eso, el troll que con su gesto pretendidamente transgresor y crítico persigue impugnar el equilibrio del foro para sentirse superior al criticado, ignora que es el foro el que le permite "naturalizar" su subversión infructuosa y que sin él su gesto de tardoadolescente carecería de (sin)sentido.
En la naturaleza no existe el bien y el mal, sólo el hombre vive en un mundo de valores. Por eso el forero consecuente sabe reír en cuanto sujeto apreciante que confiere valores a todos los objetos de su juicio, y es capaz por ello de rechazar toda degradación de valores que supere un cierto umbral crítico porque cuando se supera ese límite se pasa de la risa al llanto con pasmosa facilidad.
Es en ese desconsuelo generalizado donde el troll halla su mayor satisfacción, su éxito cierto consiste en haber convertido la comunicación en un absurdo ininteligible, en una cacofonia de voces que pugnan por establecer un discurso hegemónico que finalmente no dice nada y que se agota en una humorada absurda e irracional.
Ese es el propósito final que alienta al troll profesional de la risa enajenada: reírse de los que han sucumbido a la humillación jactándose de su gran hazaña consistente en haber menoscabado el sentido común y su natural capacidad para distinguir lo lícito de lo ilícito, lo tolerable de lo intolerable, etc... en haber degradado los valores menoscabándolos hasta acabar matándolos... de risa.
De ahí que alguien con buen criterio dijera que la poca falta de cultura es una cosa seria, porque una vez que un espacio público ha introyectado las exigencias del troll, ha transigido a los postulados de su risa fútil y ha sucumbido a su carácter destructor de comunidad de hablantes, a estos sólo les queda guardar resignado silencio reconociendo la pasividad cómplice que les llevó a abstenerse de señalar y denunciar.
No lo vieron venir, y si lo vieron más razón para quejarse amargamente del colapso de ese ámbito privilegiado de expresión que ha resultado finalmente fallido. Y derramar ahora un orinoco de lágrimas de cocodrilo del que ningún LOL es capaz de redimirlos no les supone, ciertamente, ningún consuelo real.
Todo apuntaría a que el súperavit de risa sin criterio habría resultado pernicioso para la supervivencia del foro, estando directamente relacionado con un fenómeno paralelo e innegable: el de su declive, estableciéndose entre ambos fenómenos una necesaria relación de causa-efecto.
Este foro está más muerto que Drácula.
Entre que el foro no se mueve, que los cuatro troles visibles son multis y que tengo a mil ignorados desde el 2020...esto es como ver la pintura secar.
www.burbuja.info
https://www.burbuja.info/inmobiliar...orque-la-guardeburbu-esta-en-la-uci.2099086/#
Internet - Crees que los TROLLS son responsables de la SITUACION CRITICA en la que se encuentra BURBUJA ????...
Debátase con expresión circunspecta de asombro desmedido.
www.burbuja.info
Recientemente un guarderito de bajo nivel abundaba en este argumento de la guarde como espacio en el que la inteligencia debe retirarse con el fin de que la risa encuentre un terreno propicio de libertad irrestricta para que su desempeño no encuentre resistencias dialécticas.
La pregunta es: puede un espacio público sustraerse al análisis, a la reflexión, a la crítica, a la inteligencia, en suma: a la razón colectiva sin que ello le acabe pasando factura?
La respuesta que nos da el alopécico de medio pelo es que sí: la razón es convencional y mediante contrato suscrito entre las partes la inteligencia puede activarse o desactivarse a capricho para mayor provecho de esas partes, pues las risas son inocuas y ningún escenario colectivo debe cuestionar la prerrogativa particular que el LOL tiene de prevalecer por encima de todo otro argumento.
Que en este foro la razón y el LOL están enemistados sin posible acuerdo de conciliación entre ambos lo prueba por ejemplo este hilo y otros de su mismo tenor:
https://www.burbuja.info/inmobiliaria/threads/sonando-con-soltar-en-los-hogos-y-en-la-boca.1863227/#
Si al lisiado psíquico y emocional que lo ha publicado se le pusiera en la tesitura de tener que justificar argumentalmente su actuación, con toda seguridad sólo sería capaz de articular un torpe balbuceo semejante a: "Es por el LOL". Y no podría ir más allá porque lo limitado de sus luces le impiden dar una respuesta de amplias miras más allá del restringido "contrato" que ha suscrito con sus pares: "Ríete a condición de dejar en suspenso tu inteligencia y tu buen criterio".
Así es como se justifica uno de los artífices más comprometidos con la producción de risa (el troll) ya que en ella halla su única razón de ser y estar en el foro. El caso es que cuando se practica un poco reconocido ejercicio de sentido común se aprecia a simple vista que la estupidez y las risas que propicia no son inocuas en modo alguno, y sí: están condenadas a tener consecuencias, porque en realidad el troll no ha subscrito ningún contrato que le dé carta blanca para ofender indiscriminadamente, y ello le acabará pasando factura a él y al ámbito de lo supuestamente risible que le presta cobertura.
Hay, en efecto, en la risa, y especialmente en la risa que produce el troll, un componente claramente disruptivo. Con carácter general la risa aparece cuando a alguien que no es de nuestro agrado le sucede algo que lo degrada. En el escenario particular de este paraíso del troll, la risa, admitámoslo o no, siempre, tiene un componente violento que se desvincula de todos, que no se somete al consenso de nadie de igual manera que el caos que genera, sólo supuestamente, escapa a la jurisdicción de la razón escrutadora y no se deja someter por ella. De ahí surge ese componente "liberador" de las servidumbres de la razón responsable y vinculante que el troll tan bien sabe explotar en beneficio propio.
La risa es en último término una reación frente a una degradación, pero no una degradación cualquiera, sino una degradación provocada y deliberada de valores. La risa provoca en el troll un sentimiento de superioridad, de empoderamiento virtual: se ríe y hace reír a los demás cuando perciben una impericia, un descuido, y ese desacreditamiento, ese descarrilamiento de la razón le enaltece a él y a sus correligionarios.
El que ríe juzga, ejerce una crítica (del griego ho krites = el juez). Por eso, el troll que con su gesto pretendidamente transgresor y crítico persigue impugnar el equilibrio del foro para sentirse superior al criticado, ignora que es el foro el que le permite "naturalizar" su subversión infructuosa y que sin él su gesto de tardoadolescente carecería de (sin)sentido.
En la naturaleza no existe el bien y el mal, sólo el hombre vive en un mundo de valores. Por eso el forero consecuente sabe reír en cuanto sujeto apreciante que confiere valores a todos los objetos de su juicio, y es capaz por ello de rechazar toda degradación de valores que supere un cierto umbral crítico porque cuando se supera ese límite se pasa de la risa al llanto con pasmosa facilidad.
Es en ese desconsuelo generalizado donde el troll halla su mayor satisfacción, su éxito cierto consiste en haber convertido la comunicación en un absurdo ininteligible, en una cacofonia de voces que pugnan por establecer un discurso hegemónico que finalmente no dice nada y que se agota en una humorada absurda e irracional.
Ese es el propósito final que alienta al troll profesional de la risa enajenada: reírse de los que han sucumbido a la humillación jactándose de su gran hazaña consistente en haber menoscabado el sentido común y su natural capacidad para distinguir lo lícito de lo ilícito, lo tolerable de lo intolerable, etc... en haber degradado los valores menoscabándolos hasta acabar matándolos... de risa.
De ahí que alguien con buen criterio dijera que la poca falta de cultura es una cosa seria, porque una vez que un espacio público ha introyectado las exigencias del troll, ha transigido a los postulados de su risa fútil y ha sucumbido a su carácter destructor de comunidad de hablantes, a estos sólo les queda guardar resignado silencio reconociendo la pasividad cómplice que les llevó a abstenerse de señalar y denunciar.
No lo vieron venir, y si lo vieron más razón para quejarse amargamente del colapso de ese ámbito privilegiado de expresión que ha resultado finalmente fallido. Y derramar ahora un orinoco de lágrimas de cocodrilo del que ningún LOL es capaz de redimirlos no les supone, ciertamente, ningún consuelo real.
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