Vamos a ver.
La realidad se explica por la realidad, no en base a fórmulas efectistas, por su propia naturaleza, reduccionistas, y lo que es más relevante: Interesadas.
Por ejemplo:
Sobre sanidad pública o privada:
El modelo de sanidad privada de USA es una pura aberración, es una monstruosa maquinaria de incentivos perversos, no hay competencia, hay urgencia, autoridad implícita y derivación de responsabilidades, engordando facturas hasta niveles sencillamente grotescos.
La conclusión de un modelo que no puede reconocer la tipología operativa en la que se desarrolla se traduce en unos costes monstruosos, la sanidad USA casi duplica los costes per cápita de la segunda sanidad más cara del mundo que es la Suiza, con un gasto que equivale al 14% de su PIB y con los resultados más mediocres de las economías desarrolladas, tanto en esperanza de vida como en mortalidad infantil.
Sobre el sistema de pensiones privado, pues lo mismo, aplicarlo en España es casi imposible, es un sistema que se lo pueden permitir no más del 10 o 15% de los contribuyentes, no muchos más. Construirlo sobre un sistema de reparto implicaría una sobre financiación técnicamente inasumible.
Así mismo en España también hemos realizado nuestra contribución a la teoría de los incentivos perversos, las CCAA han instrumentalizado las diferencias idiomáticas, alimentando y suministrando recursos al monstruo, para construir una inmensa red clientelar con mercados de trabajo cuasi cautivos. Algo muy parecido se hace con toda la industria de la ideología de género, con colectivos victimizados hasta el paroxismo y legislaciones puramente aberrantes, que rompen con toda la construcción de los principios de la civilización dignos de tal nombre, el principio de verosimilitud o el agravante cromosomático liquida cualquier vestigio de derecho, es sencillamente una pura infamia.
Se debe tener claro que no hay soluciones mágicas, lo que si se puede construir son entornos que nos posibiliten una mayor capacidad objetiva para comprender la realidad, sus problemas y determinar las mejores soluciones.
Las reducciones teóricas enmascaran en la mayoría de los casos elementales intereses organizados.
El liberalismo no iba a ser menos, convirtiéndose en puro cinismo reduccionista, con asimetrias calculadas en su aplicación.
Del pensamiento mágico y del voluntarismo abstracto el liberalismo tiene muchísimo de ambos. Los políticos con recetas maravillosas me dan arcadas.
VOX ha de entender que son dos ideas las que lo definen y diferencian de todos los demás:
VOX es control de la inmi gración, o lo que es lo mismo, reaccionar al mundo en el que vivimos, y VOX es denuncia de la ideología de género con toda la perversa carga ideológica que la constituye, (la crítica al actual sistema autonómico podría haber sido asumida por ciudadanos o por UPyD), el liberalismo económico es un apósito para completar un programa de partido, pero que cada vez resulta más contradictorio con sus señas de identidad, y recordemos, cuando un partido pierde su sentido pierde su utilidad, y a partir de ahí desaparece fagocitado por las estructuras del establishment.
Que se den cuenta: El """liberalismo patriótico""", puro contradictio in adjecto, es el camino más rápido hacia el PP.