Cirujano de hierro
Será en Octubre
Hay veces que hay que cambiar el nombre a una marca por una razón u otra: pongamos el caso de Airtel y Bio, dos marcas que ahora se llaman Vodafone y Activia, en el primer caso por un cambio de propietarios y en el segundo por una cuestión legal (la Unión Europea prohibió que se llamse bio ningún producto que no procediese de la agricultura ecológica).
Generalmente, si la marca anterior está muy asentada en el mercado, el cambio no se hace de golpe, sino que ambas marcas conviven a la vez (Airtel-Vodafone, Bio-Activia), como dándose el relevo para que el consumidor sepa que son los mismos y no tenga la tentación de escaparse a la competencia al desaparecer su marca de siempre. Este periodo suele durar poco, pero hoy vamos a ver un caso más curioso.
El Águila que se convirtió en Amstel
Cervezas El Águila era una empresa cervecera fundada en Madrid en 1900, que durante todo el siglo XX triunfó con diferentes gamas de cerveza: Águila Dorada, Águila Imperial, Buckler…
Sin embargo, el endedudamiento de esta empresa llegó a hacerse insostenible, por lo que en 1984 el Grupo Heineken entra en el accionariado, y decide que la marca Águila, presente solo en España, pase a ser Amstel, una marca holandesa de su portfolio.
El cambio se lleva a cabo muy lentamente a lo largo de los años 90. En primer lugar se cambia el logo de Águila para hacerlo similar al de Amtel, aunque manteniendo el nombre. Años después, aparece la nueva palabra en las etiquetas: Águila Cervezas ahora es Águila Amstel, de modo que el consumidor comience a familiarizarse con la palabra Amstel sin asustarle de pronto.
Cuando consideraron que Amstel ya había sido aceptada por el público, se cambió el peso de ambas marcas, pasando a ser la cerveza Amstel Águila, con esta última palabra en un tamaño considerablemente menor. Amstel ya estaba aquí y venía para quedarse… y así fue en 2008, cuando Amstel renovó ligeramente su logo, pasando a ser redondo en vez de elíptico y terminó de eliminar la marca Águila.
Veámoslo gráficamente:
Se trata de uno de los rebrandings más largos que se me vienen a la mente, pero creo que han conseguido lo que buscaban: que la sustitución de Águila por Amstel se hiciese de manera tan natural que sus consumidores y e general los españoles, apenas nos diésemos cuenta.
2019
Vuelve un mito de las barras españolas. La compañía cervecera Heineken España vuelve a elaborar y comercializar la cerveza El Águila, una cerveza especial que renace con los valores del movimiento bohemio de 1900, con una imagen renovada y una receta inspirada en sus orígenes.
¿Recordáis aquella cancioncita del anuncio de la tele: ‘águila, águila, águila amsteeel’? Heineken nos “engañó” a la vista y al oído. Hizo que asociásemos la nueva cerveza a la antigua. Lo que fue eliminar e incorporar, nos lo tomamos como una evolución
Nacida en el madrileño barrio de Delicias a principios del siglo XX, fruto del espíritu emprendedor y bohemio de su fundador, El Águila llegó a ser una de las cervezas más conocidas, vendidas y queridas en nuestro país, contribuyendo de manera importante al auge de la cerveza en España.
La marca despierta mirando hacia el futuro, con un logo dibujado a mano, a trazos, en honor a su fundador que era pintor y reflejando la creatividad del siglo que la vio nacer; y homenajea a sus orígenes, el madrileño barrio de Delicias, donde se encontraba su primera fábrica. El color azul de la etiqueta está inspirado en el azulejo que corona la fachada de la primera fábrica de El Águila en la calle General Lacy, que también es de color azul.
Generalmente, si la marca anterior está muy asentada en el mercado, el cambio no se hace de golpe, sino que ambas marcas conviven a la vez (Airtel-Vodafone, Bio-Activia), como dándose el relevo para que el consumidor sepa que son los mismos y no tenga la tentación de escaparse a la competencia al desaparecer su marca de siempre. Este periodo suele durar poco, pero hoy vamos a ver un caso más curioso.
El Águila que se convirtió en Amstel
Cervezas El Águila era una empresa cervecera fundada en Madrid en 1900, que durante todo el siglo XX triunfó con diferentes gamas de cerveza: Águila Dorada, Águila Imperial, Buckler…
Sin embargo, el endedudamiento de esta empresa llegó a hacerse insostenible, por lo que en 1984 el Grupo Heineken entra en el accionariado, y decide que la marca Águila, presente solo en España, pase a ser Amstel, una marca holandesa de su portfolio.
El cambio se lleva a cabo muy lentamente a lo largo de los años 90. En primer lugar se cambia el logo de Águila para hacerlo similar al de Amtel, aunque manteniendo el nombre. Años después, aparece la nueva palabra en las etiquetas: Águila Cervezas ahora es Águila Amstel, de modo que el consumidor comience a familiarizarse con la palabra Amstel sin asustarle de pronto.
Cuando consideraron que Amstel ya había sido aceptada por el público, se cambió el peso de ambas marcas, pasando a ser la cerveza Amstel Águila, con esta última palabra en un tamaño considerablemente menor. Amstel ya estaba aquí y venía para quedarse… y así fue en 2008, cuando Amstel renovó ligeramente su logo, pasando a ser redondo en vez de elíptico y terminó de eliminar la marca Águila.
Veámoslo gráficamente:
Se trata de uno de los rebrandings más largos que se me vienen a la mente, pero creo que han conseguido lo que buscaban: que la sustitución de Águila por Amstel se hiciese de manera tan natural que sus consumidores y e general los españoles, apenas nos diésemos cuenta.
2019
Vuelve un mito de las barras españolas. La compañía cervecera Heineken España vuelve a elaborar y comercializar la cerveza El Águila, una cerveza especial que renace con los valores del movimiento bohemio de 1900, con una imagen renovada y una receta inspirada en sus orígenes.
¿Recordáis aquella cancioncita del anuncio de la tele: ‘águila, águila, águila amsteeel’? Heineken nos “engañó” a la vista y al oído. Hizo que asociásemos la nueva cerveza a la antigua. Lo que fue eliminar e incorporar, nos lo tomamos como una evolución
Nacida en el madrileño barrio de Delicias a principios del siglo XX, fruto del espíritu emprendedor y bohemio de su fundador, El Águila llegó a ser una de las cervezas más conocidas, vendidas y queridas en nuestro país, contribuyendo de manera importante al auge de la cerveza en España.
La marca despierta mirando hacia el futuro, con un logo dibujado a mano, a trazos, en honor a su fundador que era pintor y reflejando la creatividad del siglo que la vio nacer; y homenajea a sus orígenes, el madrileño barrio de Delicias, donde se encontraba su primera fábrica. El color azul de la etiqueta está inspirado en el azulejo que corona la fachada de la primera fábrica de El Águila en la calle General Lacy, que también es de color azul.
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