Insisto y pienso seguir insistiendo, en que creo que el ciudadano no debería pagar absolutamente NADA , por la vivienda, si ésta fuese propiedad del Estado, y estuviese gestionada por el Gobierno,concibiendo la vivienda como Obra Publica, sufragada por la partida presupuestaria correpondiente, y en las condiciones de habitabilidad que he referido en un post anterior. El ciudadano sería usufructuario perpetuo, pasando la vivienda de generación en generación, y con la única posibilidad de cambiarla por otra previo acuerdo entre particulares,osea únicamente derecho a canje.
Los Constructores, Promotores, agentes inmobiliarios, etc; desaparecerían, contribuyendo de ésta manera a la justicia social y al bien común; roza lo criminal, consentir el tráfico con los bienes fundamentales de primera necesidad.
Comprendo, que el actual y corrupto sistema halla lavado el cerebro a la mayoría de los ciudadanos, trasgrediendo la idea natural de "Estado" y de lo que son y suponen "bienes de primera necesidad", pero vendría bien, que recapacitásemos en general y releyéramos a diversos autores sobre la idea de Estado, y lo que supone la vivienda, como pieza clave y cimiento de la infraestructura de cualquier civilización o cultura, para darnos cuenta de grave error alrededor del cuál, estamos lanzando especulaciones absurdas; es imposible y aberrante desde el punto de vista ético, tratar de fijar un precio a aquello que nos pertenece, por Ley Natural.
Fijémonos si es importante la vivienda, que bastaría con arrasar los refugios, nidos y guaridas naturales de los distintos animales que conforman cualquier reserva natural, para exterminarlos, sin necesidad de darles caza indiscriminada.
Mi consejo, es que evitemos dar un precio a algo que no lo puede ni DEBE tener a nivel particular, y tratemos de construir una serie de ideas o soluciones viables, para que ningún ciudadano, se quede jamás sin techo.
"Quien te haga creer absurdos, te hará cometer atrocidades".
Voltaire.