De joven viví unos cuantos años en el distrito obrero de Vallecas. Mi calle no era de pobres, pero en lugar de trabajadores, había demasiados funcivagos del rango más bajo, que eran los que más se molestaban en hacer la puñeta por demostrar que tienen poder, y eso que por entonces no estaban tan subidos como ahora.Mi vieja ayudaba económicamente a vecinas de la escalera del pueblo donde nací.
Cuando caí en desgracia, todo el Mundo se tronchaba de la risa, de su pobre hijo.
Los pobres son unos me gusta la fruta. No se merecen ni el agua que beben...
Vivíamos, en unos pisos, de protección oficial
Apuestate algobajo ningún concepto se llegará a tal situación