De las tres opciones yo descarto África, porque a pesar de sufrir un colonialismo brutal, con el Congo belga como máxima expresión, en África los nativos continúan siendo una amplia mayoría, conservan sus usos y costumbres, sus religiones ancestrales y a pesar de ser algo muy cuestionable, siguen gobernando sus países.
Oceanía era prácticamente un paramo "desértico" con pequeñas comunidades de cazadores recolectores anclados en el Neolítico. Los maoríes de Nueva Zelanda eran algo más sofisticados, hubo guerras y fueron marginados por los europeos, pero de todos modos, la comunidad maorí logró de alguna manera adaptarse y sobrevivir. Hoy dicha comunidad goza de buena salud y son un símbolo del orgullo nacional de los neozelandeses.
Nos queda la conquista de América, que sin entrar en el debate bizantino sobre si los españoles o otros europeos tuvieron colonias o no en América, supuso un vuelco total para las comunidades indígenas, especialmente para aquellas en un estado de desarrollo algo superior. Regiones enteras, como el Caribe, quedaron despobladas completamente de nativos, se extinguieron grupos étnicos, culturas como las que ocupaban Mesoámerica o los Andes fueron erradicadas, en el sentido de que ya no se practican sus religiones ancestrales y sus usos y costumbres cayeron en el más completo desuso. En parte gracias al modelo de conquista y expansión español y a la densidad de la población en Sudamérica, continúa habiendo una cantidad nada poco apreciable de nativos dentro de los antiguos territorios administrados por la corona española, a pesar de que a los nativos se les persiguió ferozmente en el S.XIX luego de la independencia de las republicas latinoamericanas, en procesos como la denominada "conquista del desierto"
En América del Norte la densidad de la población era muy baja y al igual que en Oceanía, estaba poblada por bandas de cazadores recolectores anclados en el Neolítico, salvo en lugares específicos como la costa Este, donde los indios algonquinos, siendo la confederación iroquesa la más notable, llevaban una vida seminómada, dedicados estos nativos al cultivo del maíz, la calabaza, la cría de pavos entre otros. También cabe mencionar a los indios Pueblo en el suroeste de Norteamérica, que vivían en pequeñas comunidades sedentarias. Los europeos y sus sucesores en América del Norte , se dedicaron a realizar limpiezas étnicas, provocar desplazamientos forzosos, así como confinar a los nativos en reservas, reservas indias que siguen vigentes en la actualidad. Otra característica notable de la ocupación de América por los europeos, fue el traslado de ingentes cantidades de esclavos jovenlandeses desde África hasta América. Allí los esclavos una vez liberados, prosperaron en numero y se convirtieron en una parte fundamental de algunos países como Estados Unidos. Especial mención a Haití , el único país americano fundado por y para los personas de color. Lo primero que hicieron los haitianos luego de independizarse de Francia, fue masacrar a todos los hombres blancos que se quedaron en el país. Obviamente, Haití es el país más pobre de América y de los más pobres del mundo.
En conclusión, los cambios más severos y drásticos para los nativos sucedió en América. La conquista y colonización de América fue un suceso sin parangón en la historia de la humanidad, un hito histórico para nuestra especie. Supuso un cambio monumental para todas las partes implicadas, dotó a Europa de nuevos y variados recursos y permitió inundar las economías europeas de metales preciosos, que a la postre permitieron el surgimiento de la revolución industrial. Para los nativos americanos supuso mucha muerte y destrucción, pero también un trampolín hacía la modernidad. Pasaron de utilizar herramientas de piedra y madera, a utilizar herramientas de hierro y acero, obtuvieron colegios y universidades, hospitales, ciudades de piedra, carreteras asfaltadas, productos europeos como el trigo, el aceite, el queso, nuevos animales domésticos como ovejas, cabras, vacas, caballos y un largo etc.. El caballo de hecho supuso toda una revolución para los indios de las praderas, que obtuvieron un poderoso aliado en sus desplazamientos y la búsqueda y caza de las manadas de bisontes, una actividad que anteriormente habían tenido que hacer a pie. Los nativos de las praderas pronto se convirtieron en algunos de los mejores jinetes del mundo.