Una semana, en un viaje, con el cambio de dieta me estreñí.
Tuve que sacarlo con un palo. Y no es coña. Estaba tan duro, y mis hemorroides tan cabreadas, que no había forma de sacar aquello, no pasaba por al agujero. Estuve un buen rato desmenuzándolo con el palito (lo único que encontré) hasta que conseguí que saliera.
Qué mal lo pasé...