A ver, no pretendo ofender.
Luego, prácticamente todo pasisaje tiene su belleza. En ciertos contextos, incluso los secarrales pueden ser bellos, incluso el puñetero desierto de Arabia Saudí. También existe un componente subjetivo.
Pero yo paseo por el interior de Jaén, Almería, Albacete, Levante, Murcia, Ciudad Real, etc, y aquello, tras un tiempo aquello se convierte en algo horrible. En cambio, si paseas por los bosques de Vizcaya en Otoño, es algo que te da vida. Belleza pura (excepto que te cruces con alguna etarra).