Cuando le digo a mi progenitora que los políticos son simples útiles manejados por asesores que les dicen todo lo que tienen que decir y cómo comunicarse. Que el mundo está manejado por élites de familias poderosas que llevan existiendo desde siempre y operando en la sombra, me llama conspiranoico.
A votar a podemos, a tragar recortes de libertades peores que en franquismo por una falsa esa época en el 2020 de la que yo le hablo política.