Si piensas que para ser funci basta con memorizar, tú mismo.
Yo tuve un amigo con una facilidad asombrosa para memorizar. Cuando pasó por la universidad acumuló sobresalientes y matrículas de honor; la carrera, sin ser una ingenería, tampoco era una de las fáciles.
Ya en el bachillerato detecté que eso de razonar no se le daba muy bien. En materias como Matemáticas o Física patinaba bastante y sus notas eran mediocres.
Al poco de acabar la carrera y trabajar en el sector privado, él decidió hacerse funci. Y ello a pesar de que en su trabajo ganaba al mes medio millón de pesetas, de las de mediados de los años 90.
Nunca consiguió consiguió aprobar una oposición, aunque finalmente se hizo con una placita de empleado público por el procedimiento de meter cabeza como con un trabajo temporal para la Xupa Xunta de Galicia y posteriormente litigar.
Yo me hice hingeniero y comí mucha hez: primero en la carrera y luego en unos cuantos trabajos. Pasados los 45 años me dan la patada en el trastero, por muy de derechas, y a la fruta calle. En menos de medio año aprobé por libre unas oposiciones.
Quitando la estabilidad en el trabajo, lo mejor de ser funcionario es que tienes por encima a gente con una cabeza mejor que la tuya. Mi jefe, por ejemplo, no es informático de formación, ni siquiera ingeniero y, no obstante, nunca le he cogido en un renuncio.
Yo mismo, al igual que mis compañeros, tenemos que meternos en tareas que tocan materias como el Derecho - que ni siquiera estaban en el temario de la oposición - y creo que lo hacemos bien. Hace 2 ó 3 de semanas me daban a mí la razón en una reclamación que interpuso contra mí un ciudadano: tenía la razón en todos los puntos.
Guste o no, en España el grueso de las mejores cabezas está en la Función Pública.