Cierto, la ciudad ha dado un vuelco desde que gobierna este alcalde: más turismo, más museos franquicias, más extensión urbanizada, más hoteles, más pisos turísticos, más hostelería, más gente por el centro...
¿Y en qué ha beneficiado a la gran mayoría de malagueños? ¿Tenemos mejor calidad de vida que antes? Con los mismos mini parques de hace una década, los mismos carriles bicis tercermundistas, con un parque de bomberos sin medios, con una inseguridad creciente, con un transporte público penoso, con cada vez más atascos, con los alquileres por las nubes, con unos precios de compra aún más altos, con la población joven expulsada al extrarradio, con un centro que ya ni es histórico (este alcalde ha demolido la mitad de los edificios del siglo XIX para atrás) ni es habitable, (se ha expulsado a casi toda su población).
Pero eso sí, no hay semana que no haya una procesión, carnaval, feria o fiesta. Y eso es lo que quieren mis paisanos y lo que votan. También es que, por parte de la oposición, es una ciudad que se da por perdida de antemano y no se esfuerzan lo más mínimo en buscar un candidato que, mínimamente, pueda articular un discurso de dos frases sin parecer oligofrénico.
En cuanto a ese barrio marginal de la entrevista, es la misma bolsa de marginalidad secular que cada cierto tiempo desplazan. Así consiguen hundir los precios de los suelos en una zona concreta, y una vez 'realojados', recalificar y dar el pelotazo. Así fue con el anterior asentamiento en Teatinos (ahora la joya de la corona inmobiliaria) y antes con el de San Andrés (la milla de oro del paseo marítimo). A partir de ahora, verermos cómo, gracias a esta entrevista, el alcalde ya tiene excusa para realojarlos, mientras planifica una nueva expansión urbanística. El gran Wyomin no da puntada sin hilo.