Ya estamos otra vez con que el cristianismo tubo la culpa.
Durante la crisis del siglo III el imperio estuvo a una PUNTILLA de ser DESTRUIDO y por aquel entonces ni una minúscula fracción de la población era cristiana.
Es tras las persecuciones de Diocleciano cuando el cristianismo gana adeptos masivamente y se vuelve una religión popular importante.
No, no tuvo la culpa, más bien cabe interpretar el cristianismo como un signo de debilidad y decadencia del imperio.
El imperio estaba destinado a caer tarde o temprano como fruta madura, para dar pie a una nueva civilización. Siempre ha sido así. El problema es que el cristianismo casi erradica toda la herencia anterior y siembra los corazones de los occidentales del miedo al infierno, al pecado, la idea de que la vida no es nada y que la única esperanza es el reino de los cielos. repruebo constante contra la vida en nombre de una vida imaginaria y sin sangre.
Lo cierto, pero, es que las razas bárbaras se tomaron este cristianismo de forma muy rara: como una excusa para guerrear, rapiñar, violar, regenerar todo lo viejo y sobre ello, construir sus nuevos reinos.