Mal'akh
Madmaxista
- Desde
- 19 Jun 2017
- Mensajes
- 418
- Reputación
- 1.921
Ha llegado a mis manos este glorioso PDF (Ideas para una escuela con perspectiva de género) que podemos encontrar en la página de CCOO Enseñanza, que con un vistazo se aprecia que es una plataforma de propaganda feminista. En este rídiculo panfleto se establecen unos puntos a seguir con el objetivo de lograr una escuela integradora, es decir, unos centros de confección de arpías liberadas y hombres que carguen la cruz de su culpa por serlo.
Sin más dilación:
Al menos comienzan a ir de frente: no buscan derechos femeninos, que los tienen y con creces, sino acabar con la masculinidad tal y como es. No permitir que los críos sean competitivos y nivelarlos por lo bajo en una mediocridad común. Si todos somos una cosa, se acaban las envidias.
Es decir, que cualquier pseudolenguaje es válido para estos energúmenes salvo el correcto uso del plural castellano y que hay que cambiar toda la gramática española para complacer a cuatro locas y un transexual con problemas paterno filiales.
Ni hay autora clásica alguna en esa lista ni han escrito correctamente Virginia Woolf. No vaya a ser que los alumnos lean libros no contemporáneos que no apoyen el discurso progre.
Este chiste se cuenta solo. Más si tenemos en cuenta que Hipatia no publicó ningún trabajo filosófico.
Lo importante es conocer el trabajo de Ana Mendieta y sus mujeres con barba, ignorar las innovaciones cinematográficas de Leni Riefenstahl son machismos sanos.
Y otras muchas:ouch:
:XX::XX::XX::XX: Este es el mejor. A tomar por ojo ciego la sabiduría de siglos, la filosofía de Platón, Aristóteles, Nietzsche, Schopenhauer; la literatura de Dostoyevski o Valle-Inclán; la poesía de Quevedo o Calderón, a churruparla Jung. Aquí sólo se lee el libro de Garzón, que estamos en pleno siglo XXI, carcas.
Un día quieren separar por sexos el metro para evitar ataques machistas y poner baños para transexuales, y al siguiente juntarnos a todos para miccionar.
En vez de poner pruebas que resulten un reto para las mujeres, mejor reducir los mínimos masculinos y crear un ejército de cuerpoescombros estrogenizados. Los partidos de fútbol sin marcador, para no dañar sentimientos.
Para qué tener relaciones normales pudiendo contentar a un porcentaje mínimo de la población. Sed heterocuriosos, niños.
Lobotomizar es esencial.
Como con la educación física, no se puede permitir que los chavales estimulen su sentido masculino de la competividad y desarrollen un buen físico. Es preferible e inclusivo que bailen twerk, jueguen a la botella e intercambien charlas sobre productos veganos.
Sustituyamos todas las asignaturas por talleres de cosa. Total, no tenéis por qué saber nada, sólo ser remeros del estado transgéneros e interraciales.
La religión estatal no acepta competencia. Eso sí, clases de Islam todos los días de 8.00 a 10.00.
Estoy de acuerdo. Conquistas a los indígenas europeos, esclavos blancos, imperialismo otomano, la fin de Pedro de Valdivia, la Sudáfrica actual y el genocidio blanco... e incluir más contenido sobre Isabel la Católica o Agustina de Aragón ¿o no va por ahí?
Prohibir Loquillo y que suenen Bad Bunny y Ozuna, que eso son sexismos sanos de hermanos espirituales.
¿Quién narices es esa gente? ::::
Nunca es mal momento para meter algo de propaganda revanchista. Fuera todos los nombres sobre la historia española y héroes de nuestro país. El Ramiro de Maeztu se llamará IES Barbijaputa. Y puuunto.
Cuidado pues.
Sin más dilación:
Proponemos algunas ideas que pueden promover una escuela integral y más feminista:
1. Formar al profesorado de los centros en feminismo. Un programa básico de formación del profesorado debería incluir, al menos, los siguientes contenidos: historia del feminismo; importancia del lenguaje inclusivo; uso de un lenguaje no excluyente; desaprendizaje de la competitividad, el machismo y el heterosexismo; consentimiento y maneras de relacionarse positivamente; toma de la palabra desde la escucha y el diálogo; cuidados y afectos.
Al menos comienzan a ir de frente: no buscan derechos femeninos, que los tienen y con creces, sino acabar con la masculinidad tal y como es. No permitir que los críos sean competitivos y nivelarlos por lo bajo en una mediocridad común. Si todos somos una cosa, se acaban las envidias.
2. Emplear en el centro un lenguaje no machista, usando el femenino, el neutro e incluso otras maneras que no supongan poner el énfasis siempre en el masculino.
Es decir, que cualquier pseudolenguaje es válido para estos energúmenes salvo el correcto uso del plural castellano y que hay que cambiar toda la gramática española para complacer a cuatro locas y un transexual con problemas paterno filiales.
3. Incluir, al menos, la misma cantidad de libros escritos por mujeres que por hombres en el currículum de Lengua y Literatura, porque la cantidad importa. Ejemplos de libros y/o autoras clásicas y modernas a incluir: Virginia Wolf, María Zambrano, Emily Dickinson, Marta Sanz, Jeannet Winterson, Ali Smith, Clarice Linspector, Sarah Waters, Alice Walker, Margaret Atwood, Alice Munro... Existen infinidad de cuentos, lecturas y materiales pensados para favorecer el respeto a la igualdad. Piensa que es tan importante destacar propuesta de hombres como de mujeres. A las alumnas de tu aula les va a ayudar mucho tener referentes de mujeres de todas las materias y especialmente de Lengua y Literatura.
Ni hay autora clásica alguna en esa lista ni han escrito correctamente Virginia Woolf. No vaya a ser que los alumnos lean libros no contemporáneos que no apoyen el discurso progre.
4. Incluir, al menos, la misma cantidad de mujeres filósofas que de hombres filósofos en el temario de Historia de la Filosofía (de nuevo, la cantidad importa). Ejemplos de mujeres filósofas a incluir: Marina Garcés, Judith Butler, Donna Haraway, María Zambrano, Hipatia de Alejandría, Mary Wollstonecraft, Hannah Arendt, Chantal Mouffe... Seguro que tú puedes encontrar muchas más y tendrás muchas propuestas que hacer.
Este chiste se cuenta solo. Más si tenemos en cuenta que Hipatia no publicó ningún trabajo filosófico.
5. Feminizar la historia del arte y la cultura: existen artistas, cineastas, historiadoras del arte, fotógrafas. Nómbralas, da a conocer su trabajo. Aquí algunos nombres, para empezar: Dora Maar, Artemisia Gentileschi, Sofonisba Anguissola, Mary Cassatt, Claude Cahun, Esther Ferrer, Adriane Pipper, Zoe Leonard, Camille Claudel, Ana Mendieta, Tamara de Lempicka. Esta es una pequeña muestra, hay infinidad de mujeres artistas excelentes.
Lo importante es conocer el trabajo de Ana Mendieta y sus mujeres con barba, ignorar las innovaciones cinematográficas de Leni Riefenstahl son machismos sanos.
6. Cambiar el currículum en Ciencias, habla de ellas, de sus investigaciones y aportaciones a la física, la matemática, la medicina, la astronomía. Porque Marie Curie, Ada Lovelace, Rachel Carson, y otras muchas, existieron.
Y otras muchas:ouch:
7. Eliminar libros escritos por autores machistas y misóginos entre las posibles lecturas obligatorias para el alumnado. Dar otra visión de los autores más famosos. Esto no significa más que ser veraz. Puedes exponer cómo hay autores que hicieron mucho en un contexto concreto pero que flaqueaban en su visión de las mujeres. Nos ayudará a tener otra perspectiva de la Historia y sus valores. Añade a tus currículos autores que apoyaron la igualdad y el movimiento feminista. No está de más que podamos incorporar otros contenidos más favorables a la igualdad y la erradicación de conductas sexistas en pleno siglo XXI. Podemos y debemos hacer un esfuerzo por contar ambas caras de la moneda.
:XX::XX::XX::XX: Este es el mejor. A tomar por ojo ciego la sabiduría de siglos, la filosofía de Platón, Aristóteles, Nietzsche, Schopenhauer; la literatura de Dostoyevski o Valle-Inclán; la poesía de Quevedo o Calderón, a churruparla Jung. Aquí sólo se lee el libro de Garzón, que estamos en pleno siglo XXI, carcas.
8. No separar los baños de hombres y mujeres. Los baños pueden ser espacios comunes si se nos enseña a que lo sean. Pensemos los espacios de otras formas, no estigmatizándolos y convirtiéndolos en lugares posibles de conflicto.
Un día quieren separar por sexos el metro para evitar ataques machistas y poner baños para transexuales, y al siguiente juntarnos a todos para miccionar.
9. El currículum de Educación Física debe ser común al conjunto del alumnado. Los criterios de evaluación podrán ser diferentes en función de muchos factores, pero en ningún caso porque la persona que vaya a ser evaluada sea mujer u hombre (supuestamente). Incluyamos otras formas de entender el cuerpo y de vivirlo.
En vez de poner pruebas que resulten un reto para las mujeres, mejor reducir los mínimos masculinos y crear un ejército de cuerpoescombros estrogenizados. Los partidos de fútbol sin marcador, para no dañar sentimientos.
10. Desheterosexualizar la escuela. No des la heterosexualidad por supuesta, plantéate que el mundo es enormemente diverso, y la escuela también.
Para qué tener relaciones normales pudiendo contentar a un porcentaje mínimo de la población. Sed heterocuriosos, niños.
11. Es necesario diseñar asignaturas específicas de educación sensual, así como de equidad de género, en todos los cursos de todas las etapas. Estas asignaturas específicas contemplarán, además, la formación obligatoria del profesorado en estas materias. Porque los prejuicios y los estereotipos también nos atraviesan en tanto que docentes. Porque somos parte fundamental en la perpetuación y legitimación de un sistema patriarcal y heterosexista. Es básico desarrollar propuestas para una educación en gestión de emociones, afectos y deseos.
Lobotomizar es esencial.
12. Prohibir el fútbol en los patios de recreo. Hagamos del patio un espacio amigable, donde todo el mundo pueda ocupar, transitar y habitar ese espacio común. Dejemos fuera esos juegos competitivos que monopolizan los espacios y excluyen a quienes no participan en ellos. ¿Por qué pistas de fútbol y no pistas de baile?
Como con la educación física, no se puede permitir que los chavales estimulen su sentido masculino de la competividad y desarrollen un buen físico. Es preferible e inclusivo que bailen twerk, jueguen a la botella e intercambien charlas sobre productos veganos.
13. Eliminar los códigos de vestimenta. Enseñar, mediante talleres y en las clases, tanto al profesorado como al alumnado, a respetar a las personas, independientemente de cómo vayan vestidas. Desechemos ese prejuicio misógino de pensar que ciertas personas visten para provocar a otras. Entiende que la vestimenta, y lo que hagamos con nuestros cuerpos, forma parte de la libertad individual de cada cual, y no tiene nada que ver contigo. Asúmelo.
Sustituyamos todas las asignaturas por talleres de cosa. Total, no tenéis por qué saber nada, sólo ser remeros del estado transgéneros e interraciales.
14. Eliminar la asignatura de Religión católica, porque una escuela feminista es una escuela, necesariamente, laica
La religión estatal no acepta competencia. Eso sí, clases de Islam todos los días de 8.00 a 10.00.
15. Cambiar el currículum de Historia, que ha de contar la historia de las mujeres y los colectivos minoritarios, promover el respeto y la conciencia de los pueblos indígenas que tanto han padecido. ¿Dónde están esas otras historias que no nos cuentan?
Estoy de acuerdo. Conquistas a los indígenas europeos, esclavos blancos, imperialismo otomano, la fin de Pedro de Valdivia, la Sudáfrica actual y el genocidio blanco... e incluir más contenido sobre Isabel la Católica o Agustina de Aragón ¿o no va por ahí?
16. Prohibir las canciones machistas en la banda musical del centro. Porque la misoginia, el sexismo y la homofobia son insultos, no deben tener presencia en nuestros centros.
Prohibir Loquillo y que suenen Bad Bunny y Ozuna, que eso son sexismos sanos de hermanos espirituales.
17. Emplear música feminista en los centros de enseñanza. Por ejemplo, se pueden escuchar cantantes como Rebeca Lane, Crudas Cubensi, Kumbia Queers, Viruta, Alicia Ramos, La Tía Julia (busca más en Youtube, Spotify, pregunta, escucha, aprende).
¿Quién narices es esa gente? ::::
18. Cambiar los nombres de los centros educativos. Eliminar todos aquellos nombres de centros que sean católicos o hagan referencias a militares, políticos o juristas y sustituirlos por nombres de mujeres representativas del movimiento feminista o por nombres de elementos de la naturaleza. ¿Qué tal si empezamos a encontrarnos un mundo donde los nombres de ellas cuenten, donde estén presentes?
Nunca es mal momento para meter algo de propaganda revanchista. Fuera todos los nombres sobre la historia española y héroes de nuestro país. El Ramiro de Maeztu se llamará IES Barbijaputa. Y puuunto.
Cuidado pues.