Ejquelosfajsistassonellos
Resignado ante la victoria de los malvados en Esp.
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Yo soy progresista y más rojo que el tomate. Y he leído esas terribles citas, y ya que el OP ha abierto el hilo, daré mi opinión: he sentido un gran placer leyendo esas citas. Porque el hombre que así habló está muerto.
No me refiero solo al hombre que así habló, sino al fascista en general. Al prototipo de ese hombre. Es una especie prácticamente extinguida, y todas esas ideas que expone están obsoletas, cuando no son simplemente ilegales en la mayoría del mundo civilizado.
Poner esas citas aquí, es fácil. Póngalas usted ahí fuera, en el mundo real, de sus labios, de su puño y letra bajo su firma, y ya verá como no lo es tanto. Su vida terminaría en ese momento. Nadie quiere cerca a un fascista, salvo otro fascista. Porque ser fascista es ser guano, y representa un cúmulo de da repelúsncias jovenlandesales (machismo, racismo, xenofobia, religión casposa, represión) que están felizmente criminalizados en esta sociedad actual. Pregúntele a cualquier persona joven si prefiere ser fascista o progresista. Le sorprenderá, o quizá no, su respuesta.
Uno puede ser un fascista y continuar con su vida. Pero uno no puede declararse fascista y seguir con su vida. Su vida termina en ese momento. Laboral, civil y penalmente, ser fascista trae consecuencias, el ostracismo, la sospecha, el rechazo, la marginalidad... un fascista declarado solo encuentra sitio con otros fascistas declarados, fuera de ahí, en el mundo real, no se le deja estar, simplemente.
Por lo tanto, yo lo que he sentido leyendo esas citas, es una completa y profunda satisfacción: porque hemos acabado con ese mundo. Porque todos esos "valores" son hoy defectos, cuando no conceptos olvidados y desconocidos por las nuevas generaciones. Porque ese mundo que querían crear, está muerto. Porque hoy, el fascista, se tiene que callar si quiere vivir en paz, y limitarse a soltar sus paletadas en reductos cerrados donde no se le conozca, o en presencia de otros como él. Solo quedáis cuatro, la mayoría, viejos con un pie en la tumba; hemos enviado a las sombras vuestra ideología, y de ahí ya no va a salir.
Yo lo que quiero saber, estoy preocupado, es cómo os sentís los fascistas leyendo esas frases, y sabiendo que pertenecen a otra época, un mundo irreconocible del que os sentís nostálgicos, pero que vivís sabiendo que jamás volverá. Debe ser duro vivir en las sombras.
Una de las pocas veces que vereis a un rojo sincero