POLÍTICO = HIJO DE PUTA
Himbersor
No negaré los méritos cinematográficos que tiene la adaptación cinematográfica 2001-2003 de El señor de los anillos (ESDLA), si bien El Hobbit (2012-2014) sí me ha parecido siempre muy floja. Para mí el gran acierto de esas películas fue mostrar el universo de los libros de Tolkien: ciudades, paisajes naturales, razas. En cuanto a lo malo, pasaré por alto la invención de personajes y los anacronismos que tanto han hecho rabiar a algunos fanáticos de los libros. Para alguien que busque chicha en la historia, las largas escenas de acción, progresivamente más tediosas y ridículas (realísticamente, hobbits y enanos habrían muerto decenas de veces), restan espacio y capacidad para contar algo que nos toque emocional o intelectualmente. Además, el melodramatismo es excesivo en algunas escenas y las preocupaciones de los personajes parecen por lo tanto artificiales. También, se abusa de las bromas en momentos de tensión e incluso se convierte a personajes en recursos utilizados para ese único fin (Gimli). Más allá de Moria, la trilogia pierde el interés para mí, a excepción de algún momento muy puntual.
Imaginémonos ahora unas adaptaciones que siguieran un estilo menos enfocado a maximizar beneficios económicos, menos palomitero y políticamente correcto y más en línea con otras películas del género como Conan el bárbaro, la de 1982, es decir, películas más serias y menos artificiosas, más neutrales y con más aventura que peleas. Desde luego, la adaptación cinematográfica de Conan a la que me refiero es todo menos fiel a los personajes de las historias, pero tiene chicha. Usa a Conan y su universo pero busca sobre todo representar la idea del Ubermensch de Nietzsche, y lo vemos en cada escena. En cambio, en las películas de ESDLA, los mensajes que tratan de trasladarnos, que van más allá de una mera lucha entre el bien y el mal o el valor de la amistad, ven su desarrollo obstaculizado por batallas bombásticas que no dicen nada y un melodramatismo y caricaturismo que dificulta captar detalles. Para mi gusto, un ESDLA producido con el estilo de películas como ese Conan el bárbaro (pero siendo fiel a los personajes y acontecimientos de los libros) podría haberse convertido en algo muy bueno.
Los derechos cinematográficos de ESDLA y El Hobbit fueron vendidos hace muchas décadas, en los 60 si mal no recuerdo. Christopher Tolkien dijo que jamás vendería los de El Silmarillion y otros libros de la saga porque quería evitar que todo el universo Tolkien terminase conociéndose exclusivamente por películas de acción que nada tiene que ver con el material original.
Imaginémonos ahora unas adaptaciones que siguieran un estilo menos enfocado a maximizar beneficios económicos, menos palomitero y políticamente correcto y más en línea con otras películas del género como Conan el bárbaro, la de 1982, es decir, películas más serias y menos artificiosas, más neutrales y con más aventura que peleas. Desde luego, la adaptación cinematográfica de Conan a la que me refiero es todo menos fiel a los personajes de las historias, pero tiene chicha. Usa a Conan y su universo pero busca sobre todo representar la idea del Ubermensch de Nietzsche, y lo vemos en cada escena. En cambio, en las películas de ESDLA, los mensajes que tratan de trasladarnos, que van más allá de una mera lucha entre el bien y el mal o el valor de la amistad, ven su desarrollo obstaculizado por batallas bombásticas que no dicen nada y un melodramatismo y caricaturismo que dificulta captar detalles. Para mi gusto, un ESDLA producido con el estilo de películas como ese Conan el bárbaro (pero siendo fiel a los personajes y acontecimientos de los libros) podría haberse convertido en algo muy bueno.
Los derechos cinematográficos de ESDLA y El Hobbit fueron vendidos hace muchas décadas, en los 60 si mal no recuerdo. Christopher Tolkien dijo que jamás vendería los de El Silmarillion y otros libros de la saga porque quería evitar que todo el universo Tolkien terminase conociéndose exclusivamente por películas de acción que nada tiene que ver con el material original.
