China, Rusia, India, el Sur: la era de la revancha

_Mickey_Mouse_

Madmaxista
Desde
7 Abr 2019
Mensajes
3.880
Reputación
8.588
El mundo se adentra a gran velocidad en la era de la revancha. Confluyen en ella dos grandes vectores: desde el Este, las potencias asiáticas ―China, India, Rusia― buscan cada una nueva posición de fuerza en el orden mundial; a la vez, desde el Sur, el heterogéneo grupo de países en desarrollo o emergentes en el hemisferio meridional, reclama con creciente vigor y unión nuevos acomodos. Capacidades y planteamientos son diferentes, pero hay un común denominador en la voluntad de superar un pasado insatisfactorio, a veces humillante, exigiendo cambios y compensaciones; en un revisionismo histórico oportunista; en dirigir hacia Occidente, fuerza hegemónica durante tiempo, esas reivindicaciones con un trasfondo de reproches o hasta rencor.

El movimiento no es nuevo, pero adquiere velocidad e intensidad. China y la India tienen hoy más fuerza que nunca en los últimos siglos. Los no alineados en general pesan hoy más que hace medio siglo. El debate general de la asamblea de la ONU que se celebra esta semana contribuirá a entender el devenir de esta era, tanto a través de los discursos, como por las ausencias ―Xi, pilinguin, Modi, Macron, Sunak…―, que señalan que este pulso no pasa por la ONU y su multilateralismo. Veamos sus dinámicas de fondo.

Tras perder la Guerra Fría, después de la disolución de la URSS y el descalabro brutal de los noventa, la Rusia de pilinguin se recompuso a principio de este siglo, y desde 2007 ―con el célebre discurso del mandatario ruso en la conferencia de seguridad de Múnich― empezó a señalar su descontento con el desarrollo de las relaciones internacionales y su voluntad de preservar su esfera de influencia ante la estampida de países del antiguo entorno soviético que quisieron alinearse con Occidente. Con una creciente convicción en sus posibilidades, el Kremlin lanzó los ataques en Georgia y Ucrania, se metió en Siria, proyectó su influencia en África, hasta el redoble brutal de la invasión a gran escala de febrero de 2022. La reescritura del pasado es un elemento troncal de esta maniobra. Lo es tanto con respecto a las relaciones pasadas entre Rusia y Ucrania, como en cuanto a la URSS, la rehabilitación de Stalin, la exaltación de un casi mítico “mundo ruso” que sobrepasa las fronteras del país o de viejas experiencias imperiales.

A lomos de un fuerte crecimiento económico y de una posición geopolítica privilegiada, la India crece en su asertividad en la escena global. Es cortejada por Occidente como valioso aliado ante China, demuestra considerables capacidades tecnológicas con su programa espacial, cuenta con una demografía desbordante de jóvenes. Su Gobierno desarrolla una política de nacionalismo hindú muy decidida a consolidar su lugar en el mundo, entre otras cosas tratando de configurarse como portavoz del Sur Global. Aquí también, el pasado se configura como elemento para tomar impulso. Por un lado, con los discursos que señalan que todavía hay que superar por completo la mentalidad de sumisión colonial ―y los gestos consiguientes, como el abandono del viejo Parlamento de edificación británica―; por otro, con la referencia a símbolos de la tradición, como el coqueteo con la idea de adoptar Bharat, el topónimo hindú de tradición milenaria, como nombre de referencia absoluto que suplante la India. En el marco de esa asertividad se inscribe la acusación lanzada por el Gobierno de Canadá, que esta semana ha denunciado tener indicios de que Nueva Delhi está detrás del asesinato de un líder sij en su territorio. Hecho que la India rechaza tajantemente.

China es, naturalmente, el elemento central de este gran movimiento de reequilibrio. El enorme crecimiento económico y tecnológico de las últimas décadas respalda una nueva posición de poder para Pekín en la escena mundial. Aquí también el esfuerzo viene condimentado por referencias al tramo oscuro del pasado nacional del cual, con orgullo, hay que reponerse para regresar a la condición histórica de imperio central, así como un revisionismo histórico de intenciones sospechosas. China se proyecta en el tablero global con iniciativas económicas e infraestructurales, intenta tejer redes que compensen las alianzas formales de EE UU. Su reciente maniobra para ampliar el foro de los BRICS es un síntoma de la aceleración de los planes para forzar un cambio en los equilibrios del orden mundial.

Al movimiento procedente del Este se suma el del Sur. Naturalmente, este es más difuso, ya que no es la iniciativa de potencias unitarias ―y que, en el caso de China y Rusia, se respaldan mucho políticamente―, sino una gaseosa agregación de países con situaciones diferentes. Pero es innegable que hay una creciente convergencia entre ellos, precisamente también por la labor de países como la India, o Brasil, que tratan de tejer un entramado.

Occidente es el destinatario de ese deseo de cambio, de conseguir nuevo espacio y protagonismo y, sí, de revancha. Muchas son las responsabilidades acumuladas a lo largo de una historia reciente de hegemonía. Sin ir más lejos, basta con pensar en la guerra de Irak, que clava a varios países occidentales en el feo marco de los dobles raseros.

Es evidente que muchos observan con irritación cómo los europeos clamamos porque todo el mundo considere como propia la cuestión de la invasión de Ucrania, cuando nos desentendimos de tantos y tantos conflictos en el pasado. Hay mucho más. Occidente es quien más ha contaminado el mundo. Occidente no ha sido especialmente generoso en la ayuda sanitaria durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo ―la UE proporcionó más banderillas que EE UU, pero se mostró más dura en la liberación de patentes―. Yendo un poco más atrás, sigue reverberando el eco de las turbias maniobras de EE UU, como en el golpe de Estado en Chile, cuyo aniversario se ha conmemorado recientemente. O de Europa, con su historia colonial y qué papel desempeña actualmente en lugares como el Sahel frente a Francia.

Las responsabilidades son grandes y desempeñan un papel en la voluntad de cambio y también de revancha. Es preciso aceptar un sensible equilibrio en las instituciones internacionales, empezando por las económicas; asumir un papel correctivo sustancial en materia de cambio climático; aceptar con sinceridad procesos multilaterales; ejecutar políticas migratorias intachables desde el punto de vista del derecho internacional.

Todo ello no resta, sin embargo, un solo gramo a la inaceptable brutalidad de Rusia ―que debería ser rechazada con contundencia por todos, porque errores pasados no justifican permanecer inermes ante atropellos actuales― o a la pobre calidad de los argumentos de regímenes que hablan mucho, reprochan mucho, pero que ni siquiera permiten a sus ciudadanos decir libremente lo que piensan.


Lo pais aceptando las nuevas realidades, a "su manera"
 
Última edición:

uberales

Madmaxista en prácticas
Desde
1 Ene 2015
Mensajes
19.511
Reputación
38.508
Ya ha dicho un ministro de la India que eso de atacar a Occidente respecto a pobreza e invasión de productos en Asia o en África es una estupidez. Es más empezaba a señalar al verdadero culpable, china.
 

gargamelix

Madmaxista
Desde
14 Mar 2013
Mensajes
3.011
Reputación
7.696
Lugar
Europa del Norte
O de Europa, con su historia colonial y qué papel desempeña actualmente en lugares como el Sahel frente a Francia.
De historia colonial, China y Rusia no deberían abrir mucho la boca. Siguen manteniendo sendos imperios coloniales con territorios invadidos donde han realizado ingeniería social, asentamiento suplantando población original y limpieza étnica y lo siguen haciendo actualmente.
 

Teuro

Será en Octubre
Desde
26 Ago 2006
Mensajes
27.863
Reputación
63.366
El aislamiento de EEUU sobre si misma nos llevaría a un escenario idéntico al de 1914, pero en vez de ser Europa la sartén con aceite caliente llena de granos de maíz esta vez lo sería Asia.
 

Teuro

Será en Octubre
Desde
26 Ago 2006
Mensajes
27.863
Reputación
63.366
El mundo se adentra a gran velocidad en la era de la revancha. Confluyen en ella dos grandes vectores: desde el Este, las potencias asiáticas ―China, India, Rusia― buscan cada una nueva posición de fuerza en el orden mundial; a la vez, desde el Sur, el heterogéneo grupo de países en desarrollo o emergentes en el hemisferio meridional, reclama con creciente vigor y unión nuevos acomodos. Capacidades y planteamientos son diferentes, pero hay un común denominador en la voluntad de superar un pasado insatisfactorio, a veces humillante, exigiendo cambios y compensaciones; en un revisionismo histórico oportunista; en dirigir hacia Occidente, fuerza hegemónica durante tiempo, esas reivindicaciones con un trasfondo de reproches o hasta rencor.

El movimiento no es nuevo, pero adquiere velocidad e intensidad. China y la India tienen hoy más fuerza que nunca en los últimos siglos. Los no alineados en general pesan hoy más que hace medio siglo. El debate general de la asamblea de la ONU que se celebra esta semana contribuirá a entender el devenir de esta era, tanto a través de los discursos, como por las ausencias ―Xi, pilinguin, Modi, Macron, Sunak…―, que señalan que este pulso no pasa por la ONU y su multilateralismo. Veamos sus dinámicas de fondo.

Tras perder la Guerra Fría, después de la disolución de la URSS y el descalabro brutal de los noventa, la Rusia de pilinguin se recompuso a principio de este siglo, y desde 2007 ―con el célebre discurso del mandatario ruso en la conferencia de seguridad de Múnich― empezó a señalar su descontento con el desarrollo de las relaciones internacionales y su voluntad de preservar su esfera de influencia ante la estampida de países del antiguo entorno soviético que quisieron alinearse con Occidente. Con una creciente convicción en sus posibilidades, el Kremlin lanzó los ataques en Georgia y Ucrania, se metió en Siria, proyectó su influencia en África, hasta el redoble brutal de la invasión a gran escala de febrero de 2022. La reescritura del pasado es un elemento troncal de esta maniobra. Lo es tanto con respecto a las relaciones pasadas entre Rusia y Ucrania, como en cuanto a la URSS, la rehabilitación de Stalin, la exaltación de un casi mítico “mundo ruso” que sobrepasa las fronteras del país o de viejas experiencias imperiales.

A lomos de un fuerte crecimiento económico y de una posición geopolítica privilegiada, la India crece en su asertividad en la escena global. Es cortejada por Occidente como valioso aliado ante China, demuestra considerables capacidades tecnológicas con su programa espacial, cuenta con una demografía desbordante de jóvenes. Su Gobierno desarrolla una política de nacionalismo hindú muy decidida a consolidar su lugar en el mundo, entre otras cosas tratando de configurarse como portavoz del Sur Global. Aquí también, el pasado se configura como elemento para tomar impulso. Por un lado, con los discursos que señalan que todavía hay que superar por completo la mentalidad de sumisión colonial ―y los gestos consiguientes, como el abandono del viejo Parlamento de edificación británica―; por otro, con la referencia a símbolos de la tradición, como el coqueteo con la idea de adoptar Bharat, el topónimo hindú de tradición milenaria, como nombre de referencia absoluto que suplante la India. En el marco de esa asertividad se inscribe la acusación lanzada por el Gobierno de Canadá, que esta semana ha denunciado tener indicios de que Nueva Delhi está detrás del asesinato de un líder sij en su territorio. Hecho que la India rechaza tajantemente.

China es, naturalmente, el elemento central de este gran movimiento de reequilibrio. El enorme crecimiento económico y tecnológico de las últimas décadas respalda una nueva posición de poder para Pekín en la escena mundial. Aquí también el esfuerzo viene condimentado por referencias al tramo oscuro del pasado nacional del cual, con orgullo, hay que reponerse para regresar a la condición histórica de imperio central, así como un revisionismo histórico de intenciones sospechosas. China se proyecta en el tablero global con iniciativas económicas e infraestructurales, intenta tejer redes que compensen las alianzas formales de EE UU. Su reciente maniobra para ampliar el foro de los BRICS es un síntoma de la aceleración de los planes para forzar un cambio en los equilibrios del orden mundial.

Al movimiento procedente del Este se suma el del Sur. Naturalmente, este es más difuso, ya que no es la iniciativa de potencias unitarias ―y que, en el caso de China y Rusia, se respaldan mucho políticamente―, sino una gaseosa agregación de países con situaciones diferentes. Pero es innegable que hay una creciente convergencia entre ellos, precisamente también por la labor de países como la India, o Brasil, que tratan de tejer un entramado.

Occidente es el destinatario de ese deseo de cambio, de conseguir nuevo espacio y protagonismo y, sí, de revancha. Muchas son las responsabilidades acumuladas a lo largo de una historia reciente de hegemonía. Sin ir más lejos, basta con pensar en la guerra de Irak, que clava a varios países occidentales en el feo marco de los dobles raseros.

Es evidente que muchos observan con irritación cómo los europeos clamamos porque todo el mundo considere como propia la cuestión de la invasión de Ucrania, cuando nos desentendimos de tantos y tantos conflictos en el pasado. Hay mucho más. Occidente es quien más ha contaminado el mundo. Occidente no ha sido especialmente generoso en la ayuda sanitaria durante la esa época en el 2020 de la que yo le hablo ―la UE proporcionó más banderillas que EE UU, pero se mostró más dura en la liberación de patentes―. Yendo un poco más atrás, sigue reverberando el eco de las turbias maniobras de EE UU, como en el golpe de Estado en Chile, cuyo aniversario se ha conmemorado recientemente. O de Europa, con su historia colonial y qué papel desempeña actualmente en lugares como el Sahel frente a Francia.

Las responsabilidades son grandes y desempeñan un papel en la voluntad de cambio y también de revancha. Es preciso aceptar un sensible equilibrio en las instituciones internacionales, empezando por las económicas; asumir un papel correctivo sustancial en materia de cambio climático; aceptar con sinceridad procesos multilaterales; ejecutar políticas migratorias intachables desde el punto de vista del derecho internacional.

Todo ello no resta, sin embargo, un solo gramo a la inaceptable brutalidad de Rusia ―que debería ser rechazada con contundencia por todos, porque errores pasados no justifican permanecer inermes ante atropellos actuales― o a la pobre calidad de los argumentos de regímenes que hablan mucho, reprochan mucho, pero que ni siquiera permiten a sus ciudadanos decir libremente lo que piensan.


Lo pais aceptando las nuevas realidades, a "su manera"
También es verdad que China e India son imperios formados por agregación de diferentes tribus con afinidades culturales, para ponerlo en perspectiva, es como si Europa fura una sola nación, de hecho, su unión crearía un gigante similar a China e India.
 

pimpoTeo

Himbersor
Desde
14 Feb 2023
Mensajes
732
Reputación
2.915
Todo ello no resta, sin embargo, un solo gramo a la inaceptable brutalidad de Rusia ―que debería ser rechazada con contundencia por todos, porque errores pasados no justifican permanecer inermes ante atropellos actuales― o a la pobre calidad de los argumentos de regímenes que hablan mucho, reprochan mucho, pero que ni siquiera permiten a sus ciudadanos decir libremente lo que piensan.
no si te parece le dan flores al enemigo
 

redio

Madmaxista
Desde
30 Dic 2013
Mensajes
8.109
Reputación
31.909
Menudo pastiche, Rusia invasión brutal (3 veces brutal repetido a lo largo del texto), mientras las invasiones de occidente donde hay millones de muertos y decenas de millones de desplazados, son ERRORES, un argumentario repetido hasta la saciedad.
 

sisebuto

Madmaxista
Desde
20 Dic 2011
Mensajes
9.467
Reputación
21.370
Llevan desde hace siglos intentando exterminar a los rusos….es algo cíclico….
roto2


Es de lo que no se entera el personal, que las élites detrás de imperio anglo llevan siglos intentando meterle mano a Rusia y sus enormes recursos, les da igual con zares, bolcheviques (cuya revolución financiaron para jorobar a los zares), pilinguines o lo que venga. La NATO no es ninguna alianza defensiva sino 100% ofensiva al efecto. Tras la caída de la URRSS se vinieron arriba y pensaron que ya lo tenían a güevo:


Paul Wolfowitz en 1992, tras la caída de la URRSS: "Rusia es demasiado grande, demasiado rica, tiene demasiado petróleo, demasiado gas, demasiada agua, demasiada tecnología; tiene un armamento nuclear equivalente al nuestro y por lo tanto cualquiera que sea su régimen político va a ser un obstáculo para el interés nacional de los Estados Unidos y para nuestras posiciones en Eurasia y fundamentalmente en Europa Oriental, así que tenemos que avanzar con sanciones y hostigamientos."​


Pero hubo remontada. Otra vez será si tienen ocasión, que lo dudo.
 

esNecesario

amaglobos
Desde
1 Abr 2016
Mensajes
7.918
Reputación
12.488
Lugar
En un avión fumigando chemtrails
De historia colonial, China y Rusia no deberían abrir mucho la boca. Siguen manteniendo sendos imperios coloniales con territorios invadidos donde han realizado ingeniería social, asentamiento suplantando población original y limpieza étnica y lo siguen haciendo actualmente.

La etnia Han prevaleció sobre toda China con genocidios sanos, como lo que están haciendo ahora con los uigures. Y en Siberia no había más que osos y lobos, no digamos ya en el sur -más templado- de Siberia -ahora con mayoría eslava-.
 

R2beep2

Lonchafinista
Desde
10 Jul 2023
Mensajes
272
Reputación
243
Por mucho que quieran meter a China en India en el mismo saco...lo cierto es que una sufre sanciones, bloqueo, malas caras, campañas de difamación y condicionamiento del populacho y la otra tiene barra libre para lo que le dá la gana, sean tratos con los rusos, relocalizaciones ayudas de Occidente o trato preferencial para colocar a sus hordas de trabajadores.

A India le interesa ir de bueno del Brics y de amigo de Occidente. Lo cierto esque es principal beneficiada del pitoste y mira para sí. Reformas 0. Nacionalismo rampante, castas, matrimonio, banderillas 0, geys nada etc

Asi que. China y Rusia no pero India como intermediario llevandóselo fresco sí...
 

esNecesario

amaglobos
Desde
1 Abr 2016
Mensajes
7.918
Reputación
12.488
Lugar
En un avión fumigando chemtrails
Por mucho que quieran meter a China en India en el mismo saco...lo cierto es que una sufre sanciones, bloqueo, malas caras, campañas de difamación y condicionamiento del populacho y la otra tiene barra libre para lo que le dá la gana, sean tratos con los rusos, relocalizaciones ayudas de Occidente o trato preferencial para colocar a sus hordas de trabajadores.

A India le interesa ir de bueno del Brics y de amigo de Occidente. Lo cierto esque es principal beneficiada del pitoste y mira para sí. Reformas 0. Nacionalismo rampante, castas, matrimonio, banderillas 0, geys nada etc

Asi que. China y Rusia no pero India como intermediario llevandóselo fresco sí...

Es una guerra económica por el poder global, en un mundo cada vez más globalizado económicamente, mientras en Occidente no podemos competir con las condiciones perversoss de Rusia y China.

Rusia no tiene suficiente mano de obra barata, y sus élites no quieren que las empresas occidentales entren en Rusia masivamente. Rusia, a pesar de las perversoss condiciones con respecto a Occidente, recibe inmi gración "masiva" (teniendo en cuenta la población rusa) de China y los países de Asia Central. Rusia quiere volver a pasar de Imperio a ser una superpotencia global.

A China no le hace falta inmi gración -a nadie le debería hacer falta, pero el mundo es el que es-, China ya es un serio competidor económico y tecnológico de Occidente, además de la magnitud de esa potencia, lo que le da mayor potencial de crecimiento. Y de seguir así se convertirá también en competidor militar (proyección para proteger sus intereses en todo el mundo, sabiendo que ya tiene intención de dominarlo).

La India, es ideal para volver a deslocalizar PARTE de la industria occidental, y sobre todo de nuevas inversiones y deslocalizar la industria de Occidente asentada en China, de hecho YA se está haciendo. Con esto consiguen ganar tiempo en Occidente mientras empeoran las condiciones laborales aquí (inmi gración masiva de mano de obra barata, etc, etc), y desarrollar más a La India como freno al expansionismo económico de China en Asia.
 

R2beep2

Lonchafinista
Desde
10 Jul 2023
Mensajes
272
Reputación
243
Es una guerra económica por el poder global, en un mundo cada vez más globalizado económicamente, mientras en Occidente no podemos competir con las condiciones perversoss de Rusia y China.

Rusia no tiene suficiente mano de obra barata, y sus élites no quieren que las empresas occidentales entren en Rusia masivamente. Rusia, a pesar de las perversoss condiciones con respecto a Occidente, recibe inmi gración "masiva" (teniendo en cuenta la población rusa) de China y los países de Asia Central. Rusia quiere volver a pasar de Imperio a ser una superpotencia global.

A China no le hace falta inmi gración -a nadie le debería hacer falta, pero el mundo es el que es-, China ya es un serio competidor económico y tecnológico de Occidente, además de la magnitud de esa potencia, lo que le da mayor potencial de crecimiento. Y de seguir así se convertirá también en competidor militar (proyección para proteger sus intereses en todo el mundo, sabiendo que ya tiene intención de dominarlo).

La India, es ideal para volver a deslocalizar PARTE de la industria occidental, y sobre todo de nuevas inversiones y deslocalizar la industria de Occidente asentada en China, de hecho YA se está haciendo. Con esto consiguen ganar tiempo en Occidente mientras empeoran las condiciones laborales aquí (inmi gración masiva de mano de obra barata, etc, etc), y desarrollar más a La India como freno al expansionismo económico de China en Asia.
Obviamente La Indianes sólo otro instrumento para:

1-Seguir con las externalizaciones
2- contener el eje Ruso-asia central

Según lo veo yo, o reinternalizas o dejas las cosas como estan. Pero eso de tirarle el barro a uno y al otro no es de una Hipocresía sólo al novel de los orates que nos quieren meter en guerra total para quitarse del medio lo que no pudieron con juegos del hambre del bichito. Y de paso, llevarse a Rusia por delante.

Los usanos se han dado cuenta que. Los Chinos no se la cuela. Que tienen que jugar de igual a igual y por eso quieren meter a la India en medio. De todas formas...tebiendo en cuenta que el PM de Reino Unido es Indio, el 70% de la fuerza de IT usana es India...bueno, la India manda más que los propios anglos, en su casa.

E India está muy cómoda en esa posición sacando tajada de todo mientras 'Despotrica de Occidente'.

Es decir. Gana la India y ganan las élites colándonosla de nuevo. cambios para que nada cambie.
 

esNecesario

amaglobos
Desde
1 Abr 2016
Mensajes
7.918
Reputación
12.488
Lugar
En un avión fumigando chemtrails
Obviamente La Indianes sólo otro instrumento para:

1-Seguir con las externalizaciones
2- contener el eje Ruso-asia central
Así es, pero no para contener a Rusia sino a China.


Según lo veo yo, o reinternalizas o dejas las cosas como estan.
No puedes, o no puedes hacer solo eso, en un mundo globalizado, donde tus costes laborales y tu gasto social son mucho mayores.



Pero eso de tirarle el barro a uno y al otro no es de una Hipocresía sólo al novel de los orates que nos quieren meter en guerra total para quitarse del medio lo que no pudieron con juegos del hambre del bichito. Y de paso, llevarse a Rusia por delante.
No me has comprendido del todo, no se trata de guerra total, se trata de competición económica por el dominio del mundo. NADIE quiere una guerra total.



E India está muy cómoda en esa posición sacando tajada de todo mientras 'Despotrica de Occidente'.
La India tiene sus intereses, como todos, y se beneficia de esta situación en la medida de lo posible. Las inversiones de Occidente le benefician mucho. La India no deja que China invierta en su país porque China es su enemigo geopolítico, en eso comparte intereses con Occidente.
 
Última edición: