Goldman
Madmaxista
La isla fue avistada por primera vez por el navegante español Alonso de Camargo en 1540 y fue vuelta a visitar trece años después, por un navegante de la misma nacionalidad, Francisco de Ulloa. Sus pobladores nativos eran los huilliches, cuncos, payos y chonos. Fue conquistada en 1567 por Martín Ruiz de Gamboa y fue recibiendo paulatinamente una pequeña inmi gración europea.
Una vez concluido el proceso de Independencia de Chile con la batalla de Maipú (5 de abril de 1818), Chiloé permanecía como el último reducto del dominio español en América.
La continuación de Chiloé en poder de los realistas constituía una amenaza en el Pacífico y un peligro para la Independencia de Chile y América.
Chiloé, fiel al rey de España, era gobernado por el General Antonio Quintanilla, auxiliado desde el Perú con armas y dinero.
En mayo de 1821, el Director Supremo Don Bernardo O'Higgins envió como parlamentarios ante el Gobernador Quintanilla al ex-coronel realista Diego Lantaño y al Gobernador de Osorno, Diego Plaza de los Reyes a Chiloé con el encargo de procurar un avenimiento, pero el Gobernador se negó a considerar la propuesta.
La república de Chile hizo tres intentos de conquistar el archipiélago, en 1820, 1824 y 1826, conocidos como campañas a Chiloé. Los dos primeros fueron exitosos para las tropas hispanochilotas lo que desencadenó que Chile preparara una tercera expedición la campaña de enero de 1826, la cual fue la definitiva y puso fin al dominio español en el continente americano.
Por su parte, Quintanilla se retiró al interior de la isla con algunas tropas para intentar reorganizarse y seguir la lucha, pero sus tropas cansadas de tanta lucha e insubordinadas por esta razón impidieron esto, obligando al gobernador español a obtener una rendición honrosa. El 16 envió un emisario y se prometieron cuatro días de tregua. Mientras tanto, los expedicionarios ocupaban una vacía San Carlos, aunque pronto sus habitantes regresaron. De esta manera el dominio realista en Chiloé llegaba a su fin.
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Se de buena mano que la historia es cíclica y que todo pasa por algo. Quien sabe si el día de mañana, tendremos que emigrar a estas tierras fértiles para escapar del MAD MAX en Europa. Quien sabe...
Una vez concluido el proceso de Independencia de Chile con la batalla de Maipú (5 de abril de 1818), Chiloé permanecía como el último reducto del dominio español en América.
La continuación de Chiloé en poder de los realistas constituía una amenaza en el Pacífico y un peligro para la Independencia de Chile y América.
Chiloé, fiel al rey de España, era gobernado por el General Antonio Quintanilla, auxiliado desde el Perú con armas y dinero.
En mayo de 1821, el Director Supremo Don Bernardo O'Higgins envió como parlamentarios ante el Gobernador Quintanilla al ex-coronel realista Diego Lantaño y al Gobernador de Osorno, Diego Plaza de los Reyes a Chiloé con el encargo de procurar un avenimiento, pero el Gobernador se negó a considerar la propuesta.
La república de Chile hizo tres intentos de conquistar el archipiélago, en 1820, 1824 y 1826, conocidos como campañas a Chiloé. Los dos primeros fueron exitosos para las tropas hispanochilotas lo que desencadenó que Chile preparara una tercera expedición la campaña de enero de 1826, la cual fue la definitiva y puso fin al dominio español en el continente americano.
Por su parte, Quintanilla se retiró al interior de la isla con algunas tropas para intentar reorganizarse y seguir la lucha, pero sus tropas cansadas de tanta lucha e insubordinadas por esta razón impidieron esto, obligando al gobernador español a obtener una rendición honrosa. El 16 envió un emisario y se prometieron cuatro días de tregua. Mientras tanto, los expedicionarios ocupaban una vacía San Carlos, aunque pronto sus habitantes regresaron. De esta manera el dominio realista en Chiloé llegaba a su fin.


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Se de buena mano que la historia es cíclica y que todo pasa por algo. Quien sabe si el día de mañana, tendremos que emigrar a estas tierras fértiles para escapar del MAD MAX en Europa. Quien sabe...
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