Exactamente cuál es el problema, que la han mirado unos señores y uno ha dicho a sus camaradas "Joooder". Ni siquiera se lo han dicho a ella. El problema no es que la hayan mirado, el problema es quién la ha mirado. Como ya se ha dicho, si hubiera sido un Sancho de la vida no hubiera habido ningún problema.
Si esto sigue así, algunos (la mayoría) llevaran un collarín que disparará descargas eléctricas a los que osen mirar más de la cuenta, con lo que será más prudente ir mirando al suelo. Otros se librarán del collarín y podrán mirar y decir lo que quieran. El ministerio de igualdad se encargará de decidir quién es susceptible de llevar collarín entre la población masculina.