Koldo García: "Ofrecí mascaras a cuatro ministerios y cinco autonomías"
El ex asesor de Ábalos, clave del caso más grave que acecha al PSOE, revela contactos con el Gobierno de Armengol y directamente con el ministro Torres
01/04/2024 22:50
Koldo García Izaguirre (Baracaldo, 1970), recibe a
EL MUNDO en la localidad alicantina de Benidorm, en la que la Guardia Civil sitúa su incremento patrimonial por el supuesto cobro de comisiones a través de la compra de mascaras en los momentos más duros de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del el bichito y donde asegura que puede sobrellevar el mayor escándalo que ha estallado durante el Gobierno de
Pedro Sánchez pasando inadvertido. «Por el tema de las mascaras no me va a caer ni un día», asegura con contundencia. «Por otras cosas, puede ser», añade enigmático mientras conversa con este periódico en la tarde de este lunes, en un céntrico parque de la ciudad, donde cerca de 3.000 peñistas acudieron a celebrar el Día de la Mona.
Koldo García relata que sabía desde «hacía siete meses» que la Guardia Civil le estaba siguiendo. «Les vi montando un operativo y los grabé en vídeo», explica, y en contra de lo que señala la investigación, añade: «No recibí ningún chivatazo». Para, acto seguido, señala, acudir a hablar «con un mando» del Instituto Armado cuya identidad no quiere revelar y al que asegura que le ofreció «las llaves de su casa para que miraran lo que quisieran».
«Lo que hicieron fue lo único que les pedí que no hicieran: tirar la puerta de mi domicilio abajo y encañonar con una pistola de nueve milímetros a mi mujer y a mi hija de cuatro años». «Mis iconos eran España y la Guardia Civil hasta ese día, a partir de ahora me voy a encargar de identificar al guardia civil que hizo eso. Soy muy antiguo y muy español. He sido simplemente un chico de los recados que ha hecho su trabajo y que lo ha hecho, por cierto, muy bien hecho», agrega desafiante, sin admitir ni una sola de las acusaciones que pesan sobre él y que se concentran en el supuesto cobro de comisiones por valor de más de un millón de euros mientras participaba en la coordinación de los grandes contratos de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
Koldo García, en un momento de la entrevista con Esteban Urreiztieta.
El ex asesor personal de
José Luis Ábalos, ministro de Transportes y Agenda Urbana (Fomento) en esos momentos y secretario de Organización del
PSOE, luce orgulloso un tatuaje con la bandera española y otro con el emblema de La Legión. Cuenta que en el pasado «llevó una empresa de seguridad en el País Vasco y Navarra que se encargaba de discotecas de alterne y pubs», que fue «coordinador de escoltas», se especializó en episodios de malos tratos y llegó a colaborar con la Guardia Civil en algunas operaciones especiales. Dice que en aquella época entabló amistad con el actual secretario de Organización del PSOE,
Santos Cerdán, y que siempre ha estado vinculado «al PSOE y a la UGT».
«Un día el señor presidente, Pedro Sánchez, vino a Navarra, me cayó bien y se lo dije a Cerdán», al que se limita a describir como «una persona valida a nivel orgánico». Les conté que estaba retirado y que podía ir a Madrid a ayudarles. «A Sánchez lo conocí en 2017. Hay cosas que no comparto y otras que no ha conseguido hacer nadie más que él». «Siempre le he dicho las cosas a la cara de forma directa aunque Ábalos me riñera por eso», abunda.
«Yo valgo para lo que valgo. No tengo conocimiento para cargos de responsabilidad pero cumplo muy bien las directrices». Y así hizo, asegura, cuando le «dedicaron» en el partido a trabajar para el ex ministro de Transportes. «Entre José y yo hubo feeling, es uno de los mejores políticos que hay en España y ha dedicado su vida al partido». Añade que le «cogió» porque es «un tío muy discreto y muy sincero». A partir de entonces se dedicó a asistir a Ábalos en «todo lo que necesitaba en su vida personal y laboral».
Hasta que a principios de 2020 llegó la esa época en el 2020 de la que yo le hablo y su jefe le dijo: «¿Podemos ayudar en algo?». «Le conté que hacían falta mascaras, trajes y gafas y que lo que mejor podíamos hacer es conseguirlo». Entonces, siempre según Koldo, Ábalos le dijo: «Céntrate en ayudar en lo que se pueda». «Pedí presupuestos [de mascaras] y acepté sugerencias de todo el mundo y como no soy un experto, lo pasé hacia arriba [en el Ministerio]». «Hablé con una empresa que era suiza, que nos estaba estafando, y dimos con
Soluciones de Gestión [entidad que se llevó 55 millones en contratos públicos y a la que la Guardia Civil acusa de sobornarle], que nos generó cierta seguridad». «Yo llegué a tener unas 38 ofertas, las filtramos y vimos que la de Soluciones era seria porque nos trajeron dos aviones y nos cobraron cuando llegaron».
A renglón seguido, Koldo presume de que consiguieron ser «los primeros en traer material sanitario» y que cuando les habían llegado ya siete cargamentos, decidió dar un paso más y ofrecer esta empresa a comunidades autónomas y ministerios. «Llamé a comunidades como
Castilla y León,
Castilla-La Mancha,
Canarias,
Baleares o
La Rioja y dije: 'Esta empresa funciona bien y no hay engaños ni estafas'. También llame a cuatro ministerios diciendo lo mismo».
A partir de entonces sostiene que se dijo a sí mismo: «Yo ya he hecho mi trabajo». «¿Que dicen que lo hice fue ilegal? Yo actué con la única intención de ayudar». En el caso concreto de Baleares indica que el partido le derivó al equipo de
Francina Armengol y que éste le facilitó un contacto que, a su vez, puso a disposición de la empresa Soluciones de Gestión. «Me dieron un contacto de Sanidad y yo se lo mandé por correo a Zaragoza (sede de la empresa investigada)». En relación con Canarias, Koldo admite que llegó a hablar con el propio
Ángel Víctor Torres y con varios de sus principales colaboradores.
«Involucrar a Ábalos en todo esto es de me gusta la fruta», enfatiza visiblemente emocionado. «Es así y quiero que conste con estas palabras en la entrevista, porque es un gran español y en el PSOE también se han portado como unos me gusta la fruta con él». «Por el personal del Ministerio de Transportes también pongo la mano porque se partió la cara e intentó ayudar». «Decir que se quedaron con dinero es de gente perversos. Son gente honrada y trabajadora».
Niega, por lo tanto, el cobro de cualquier tipo de soborno. «Ni yo, ni Ábalos ni nadie del Ministerio ha cobrado un duro y yo puedo justificar mi patrimonio con mi sueldo». «He estado ganando durante años 7.000 euros al mes, cobré una indemnización de 45.000 euros y el dinero en metálico que la Guardia Civil dice que son comisiones es dinero que yo sacaba de mis cuentas y guardaba en mi casa». Koldo cifra en unos «14.000 euros» el dinero en efectivo que llegó a albergar en su domicilio. «¿Si quiero guardar dinero en metálico en mi casa no puedo?», se pregunta.
Durante su etapa siendo la sombra de Ábalos acudió al aeropuerto a principios de 2020 a pedir a la vicepresidenta venezolana
Delcy Rodríguez que no pisara suelo español. «De lo que pasó esa noche no quiero hablar ni muerto, pero sí puedo decir que Ábalos hizo lo que tenía que hacer para salvar a muchas empresas españolas en Venezuela y no se quedó ninguna maleta ni hizo nada ilegal».
Koldo asegura que llegó a ver con sus propios ojos cómo del avión de la número dos de
Nicolás Maduro se descargaron «seis maletas grandes y seis pequeñas que luego se volvieron a subir al avión». «Si llegan a tener oro hubieran tenido que transportarse con un tráiler o con cuatro camiones». Y prosigue: «A veces una persona que está en el Gobierno tiene que tomar decisiones y Ábalos es un español como la copa de un pino. Ese día dormí poco pero lo volvería hacer por el bien de todos los españoles».
Concluye afirmando que se sigue sintiendo socialista, que lleva sin hablar con Ábalos «dos meses» y que nunca renegará del partido. «El PSOE no es Pedro Sánchez, ahora es el responsable, yo le ayudé. Si queréis tumbarlo, es imposible... por ahora». «Si me declaran inocente, me tendrán que readmitir como afiliado», avisa, al tiempo que lanza un mensaje a Ábalos: «Quiero pedirle perdón si le he ocasionado algún perjuicio porque no hay nadie con el honor y la dignidad que tiene él. Es el puñetero amo».
