Esto viene a ser el último pulso del "antifranquismo". Hace un par de años, cuando planteaban esto, creían que forzosamente arrastrarían a toda la población hacia su lado, puesto que nadie ,-salvo unos pocos falangistas- tendrían valor a oponerse.
Pero las banderas españolas inundaron Barcelona, algo que los otros "antifranquistas", los catalanistas, tampoco esperaban. No cuatro Muy de derechas, sino la mayoría no subvencionada, les clavaron la pica y cuatro banderillas con la rojigualda en el lomo.
La excusa para sus cacicadas, robos, mentiras e inmoralidad general, (el antifranquismo), perdió la mitad de su fuerza.
Y ahora esto va a ser la otra mitad.
El franquismo, aunque fue una dictadura venida de una horrible guerra civil, fue un régimen próspero para España en muchos sentidos. A pesar de los fallos, nos dejó un buen país y permitió dar paso a una democracia pacífica, algo que no gusta a los enemigos de la nación ni a los enemigos de la democracia.
Con palabras similares, se le da la estocada final, a este régimen moribundo que nos lleva a la desaparición como pueblo.
Es esto, ahora.
En este mismo pulso.