cuñado de bar
Hablando sin tener ni idea
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Los Ángeles - El mito de California se nubla cada vez más. El estado más rico y poblado de Estados Unidos, que siempre ha sido la encarnación del “sueño americano”, está en crisis.
Su motor brillante y eficiente se ha estancado debido a un cóctel explosivo de factores: fuertes impuestos, alquileres y precios de la vivienda estelares, colapso demográfico, desastres naturales cada vez más numerosos, el crecimiento de la falta de vivienda y el crimen.
Y ahora cuatro tiroteos masivos en enero, un fenómeno poco frecuente en el estado que tiene una de las leyes de armas más restrictivas de la federación.
La ley de finanzas aprobada en Sacramento hace unos días es una señal clara: tras años de presupuestos récord todos con superávit, el plan 2023 prevé en cambio un déficit de 22.500 millones de dólares. Un gran problema para el gobernador demócrata Gavin Newsom, quien niega oficialmente sus ambiciones presidenciales, pero sin duda sigue siendo un nombre fuerte para el puesto de Joe Biden.
Su segundo mandato al frente de la “locomotora del país” acaba de comenzar. Será una prueba fundamental para acercarlo o alejarlo de la carrera por la Casa Blanca. El viento ha cambiado rápidamente en Sacramento. Hace seis meses, Newsom y su gente pronosticaron un superávit presupuestario de 100 mil millones.
Pero la inflación galopante y la desaceleración de los grandes nombres tecnológicos han complicado la contabilidad del estado, que depende en gran medida de las ganancias de sus ciudadanos más ricos.
Ingresos
Casi el 35 % de los ingresos fiscales del Estado Dorado provienen de contribuyentes que ganan al menos un millón de dólares al año (mientras que dos tercios provienen de los que superan los 200 mil). Si uno de ellos se muda, el estado puede perder miles de millones.
Eso es lo que sucedió cuando Elon Musk, quien vendió un estimado de 23 mil millones de dólares en acciones de Tesla en 2022, mudó su residencia y sede a Texas. Los que son ricos en California pagan más del 13% sobre las ganancias de capital. El Tesoro recibirá 29.500 millones en impuestos este año, casi 10% menos de lo previsto en 2022.
No todo es culpa de Musk, por supuesto. El estado está perdiendo habitantes de manera imparable. Una vez más, esta es una tendencia que ha cambiado de dirección en los últimos tiempos. Los californianos han crecido constantemente desde la anexión de 1850. Pero a partir del 2000, comenzaron a irse.
Primero imperceptiblemente; luego dramáticamente en los últimos dos años: la población cayó en más de 500 mil personas de julio de 2020 a julio de 2022: un gran éxodo. La esa época en el 2020 de la que yo le hablo ciertamente no ha ayudado. Muchos ejecutivos de las industrias del entretenimiento y la alta tecnología se han mudado: ahora que pueden trabajar desde casa, prefieren vivir donde los impuestos y los alquileres son más bajos.
Los menos pudientes se han marchado aún más masivamente, decidiendo que no merece la pena seguir aplastados por los precios desorbitados de la vivienda mientras a su alrededor aumentan-fenómeno ciertamente no ajeno- la delincuencia y los ‘homeless’ (115.000 en 2015, 173.000 en 2022).
Por si fuera poco, en los últimos años el paraíso californiano se ha convertido en un infierno plagado de tórridos veranos, incendios, inundaciones, terremotos. Comenzado con la fiebre del oro, el gran sueño americano, que en California continuó primero con la floreciente agricultura y el petróleo, luego con la industria del entretenimiento y la alta tecnología, ahora corre el riesgo de convertirse en un espejismo.
Queda por ver si el hombre a cargo en este momento de la crisis podrá volver a la normalidad. Por el futuro de su estado y de su personal.
Están secos. California ya no es el lugar de las películas y series. Cada vez se van más ricos y todo es carísimo por la subida de impuestos y demás. Además de ser bastión de la agenda progre. Otra medida populista más. Como la renta básica universal de Podemos. Cada vez pierden más ingresos y van a tener dinero para pagar a cada neցro más de un millón. Seguramente quieren mantener la poltrona los demócratas con el voto de los neցros.
