Cuando me vine al faro me traje dos sacos en la carreta y antes de irme a dormir, pues trabajo durante la noche y duermo en el día, me tomo mi torrefacto molido a mano y a eso de la hora me suelto unos pedos con olor a frutos secos que es horrible, al final tengo que salir semidesnudo al acantilado y soltar todo mi lastre en forma de sendos escopetazos carbonatados con un ruido que asusta a las gaviotas, las cuales como me alimento de mucho pescado luego picotean por el olor, pero eso es otra historia