"Mi cuerpo no es obsceno"
Buen eslogan. Propongo que para la próxima manifestación TODAS vayan enseñando los pechos, ya que sus cuerpos no son obscenos.
¿Quién se lo impide?
Mejor, ¡que vayan desnudas!
¿Quién se lo impide?
Esconder los pechos es machismo, los hombres nos obligan a ocultar nuestro cuepro.
Enseñar los pechos es machismo, los hombres nos cosifican, nuestros cuerpos no son un instrumento para vuestro placer. Nos instrumentalizan, nos cosifican, bla bla bla
Todo es machismo.
Lo mejor es no tratar con mujeres. Para amar: un país con legislación no feminista radical donde no puedas ir a la guandoca por echar un polvo si ella se arrepiente dos semanas después.
0 amistad con mujeres y por supuesto 0 contacto por internet.
Lo ideal sería un hipermercado con 4 cajas automáticas y el resto cajas de mujeres, y los tíos haciendo colas en las cajas automáticas para evitar el contacto con ellas.
DIVISIÓN TOTAL.
Porque lo que se está proponiendo aquí no es igualdad entre hombres y mujeres. Es quitar dinero del bolsillo de los hombres, vía impuestos, o prohibiéndoles entrar en puestos de trabajo para asignarlos por fuerza a mujeres aunque no estén a la altura, y si eso conlleva que tú, hombre, te vayas al paro o a vivir debajo de un puente, peor para ti.
No se ven asociaciones de mujeres que defiendan al hombre de las tropelías del feminismo (más bien hembrismo).
Si el machismo pidiera lo mismo que pide el hembrismo populista actual, por ejemplo que por el mismo delito (o presunto delito no corroborado) una mujer fuera a la guandoca y un hombre no. aparecerían asociaciones de hombres como setas para pedir algo de sensatez: igualdad de leyes para todos.
Si eres un crío blanco que por X motivos acaba estudiando en un colegio en el Congo y en tu clase hay 2 malotes que el primer día van a pegarte una paliza solo por ser blanco, los que tienen que detener a esos malotes son los otros compañeros neցros. Si los detienen sentirás que puedes hacer amistad con el resto y que había dos ovejas negras que igual pueden volver al redil. Si en vez de detener a los dos malotes el resto de los compañeros se suman a pegarte una paliza y a escupirte, ¿para qué vas a mantener trato voluntariamente con ellos?
Da igual que haya algunos que no te odien y que no participen en la pelea, la pelota está en SU TEJADO.
Si la bola de histerismo hembrista populista no tiene fin, si no lo paran las propias mujeres, ¿qué sentido tiene oponerse a ello? Si aunque como hombre la parases, el deseo latente de destruirte sigue ahí, brotará de nuevo en cuanto te descuides.
Depende de ellas parar esta cosa poco buena. Mientras tanto, lo mejor es ignorarlas por completo.
Las excepciones a no ignorar tienen que partir de ellas mismas. No hay que convencer a nadie.
Es la diferencia en que una mujer sana te diga: "no veas cómo se pasan las feministas", a estar dándole una miríada de cifras y estudios y que la otra te responda con largas, evasivas, etc. Donde no hay voluntad, es mejor dejar que se pudran ellas, abandonar su entorno, que hablen con la pared.