He aquí una prueba de dónde reside el verdadero atractivo de Maje. Y hay que decirlo, lo explota muy bien. Es una mujer monilla, no es un bellezón pero monilla. Sin embargo, es ese aura de inocentona, de damisela desvalida, que parece que no ha roto un plato (a las fotos me remito), si no supiéramos de qué va la historia pensaríamos que la cosa no va con ella. Y a esa fingida candidez se le presupone una fogosidad sin medidas, más allá de lo moral, esto hace una combinación explosiva para muchos.
Al simple del Salva no le ciega tanto la atracción sensual sino el sentirse poderoso con ella. Protector, resolutivo, guía, de su tono y sus palabras se desprende cómo él la percibe como un pequeño gorrión desorientado e indefenso, que necesita de su ayuda para salir adelante en la vida. Posiblemente Salva tenía esa carencia de inflar su ego; su mujer, mucho mejor persona que Maje, más válida y posiblemente más resolutiva que él no le necesitaba para nada y le trataba de igual a igual. Podría ser una "bigotuda" charo malhumorada? Pues quien sabe, pero desde luego ni andaba follándose a otros ni andaba planificando asesinatos.
Que Salva es simple no cabe duda, pero ojo, no nos equivoquemos, no es el simple que esperábamos, no es el típico panfilón, es un tío frío y calculador igual o más orate que ella.