La vida sensual y reproductiva pertenece al ámbito privado.
¿Tiene usted mujer? ¿progenitora? ¿Hermana?
Si mañana fuera a su casa y secuestrara a cualquiera de ellas, y la encadenase en mi casa, y la obligase a mantener relaciones sensuales conmigo y a quedarse embarazada y a dar a luz a mis hijos, ¿le parecería a usted bien? Estoy en mi casa (ámbito privado) y ejerciendo lo que entiendo, para usted, es un derecho.
Supongo que usted me dirá (y con razón) que yo tengo derecho a hacer lo que quiera, siempre que no interfiera con los derechos de los demás. Secuestrar, encerrar, violar y maltratar son actos delictivos que van contra la libertad de otros. Mi derecho acaba donde empieza el de los demás.
Sin embargo, usted no parece considerar que el derecho de los más indefensos, los que no tienen abogados, asociaciones, ONGs o a nadie para velar por ellos, los niños secuestrados en el vientre de una progenitora que los asesina, no tienen mucha importancia y que prevalece la libertad de la progenitora sobre la de los hijos.
El derecho a la vida siempre ha estado por encima de los demás. Yo puedo dar de baja de la suscripción de la vida legalmente, si es en legítima defensa, porque tengo derecho a la vida. En cambio, que se pretenda defender el derecho a la vida de los niños es, para algunos, un acto que va contra la libertad (de las madres).
La vida sensual y reproductiva pertenece al ámbito privado hasta donde empieza la ley. Como he pretendido demostrar con mi ejemplo. El hecho de que hoy vivamos en un estado totalitario de izquierda radical, que por ley intenta normalizar monstruosidades, no significa que eso vaya a ser así siempre. La ley dice que tienes derecho a la vida. Yo no respeto el aborto porque es asesinato, antinatural y monstruoso. La "ley" que hoy permite a las mujeres asesinar impunemente a sus hijos indefensos, mañana será vista como lo que es: barbarie, y NO prevalece frente a la "ley" progre asesina.