Así será vivir en el año 2050

IvanRios

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¿Y si en vez de 9.000 millones e habitantes en el 2050 "solo" hay 2.000?

Nadie contempla esa posibilidad, pero ¿Cuáles son las probabilidades hechas de manera "seria"?
Esa posibilidad, la de la enorme reducción de la población y estabilización, será la más probable. Pero claro, eso ya no se puede decir. Porque desde el punto de vista de las élites mafiosas, lo que verdaderamente es insostenible es la propia especie humana.
 

Night

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pues yo lo firmaba
ojala sea asi, y 0 delitos en las calles gracias a la videovigilancia
 

galapagano

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¿Se telefollara? ¿Existe todavia la (supuesta) violencia machista? ¿Que raza predomina, la moriode?¿neցroide?. ¿Existe el el bichito y hay que vacunarse cada año? roto2roto2

Faltan muchos detalles en esta historia eh.
 

zapatitos

Será en Octubre
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Así será vivir en el año 2050

Dos tercios de la población mundial vivirá en las ciudades. Para reducir las emisiones, los edificios serán resilientes y autosuficientes, solo habrá vehículos cero, apenas se consumirá carne y se pagará por cada residuo generado
En el año 2050, los artículos de plástico estarán prohibidos y los de higiene de un solo uso habrán sido sustituidos por otros reutilizables.
En el año 2050, los artículos de plástico estarán prohibidos y los de higiene de un solo uso habrán sido sustituidos por otros reutilizables.

Son las 7.30 de la mañana de un día cualquiera en el año 2050. Suena el despertador. Desayuno y a teletrabajar, como la mayoría de los días laborables. Suelo ir a la oficina un día a la semana, momento que aprovechamos para reunirnos y planificar entregas. Esto ha permitido descongestionar las ciudades y que mucha gente se vaya a vivir a la periferia y zonas rurales. Aun así, las urbes concentran dos tercios de los 9.800 millones de personas que habitan el mundo, por lo que ha sido necesario cambiar la forma de vida de sus habitantes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar el calentamiento global.

Las viviendas han dejado de ser sumideros de agua y energía y son más resilientes y autosuficientes. Destacan por su buen aislamiento térmico gracias al uso de fachadas ventiladas y aislantes termorreflectantes. Esto ha permitido aumentar el confort de las personas con un gasto mínimo de energía que, además, es renovable, ya que todas las azoteas y tejados cuentan obligatoriamente con placas solares y en todos los barrios hay zonas de autoconsumo compartido para las que se han instalado pequeñas plantas fotovoltaicas.

Los edificios también tienen sistemas de acopio y depurado del agua de lluvia que se utiliza para consumo propio. El agua caliente y la calefacción también son eficientes. Todo ello contribuye a reducir la factura y las emisiones de CO2 asociadas.

En el interior, todas las casas son modulares, por lo que se puede cambiar la distribución de los hogares en función de las necesidades de sus habitantes; e inteligentes, gracias a dispositivos que permiten que funcionen de forma autónoma con solo apretar un botón. Las bombillas incandescentes hace años que están prohibidas y solo se pueden usar luces led.

Huertos Urbanos

Las ciudades son también más verdes que las de principio de siglo. Hay más parques y zonas de huerto en los que se cultivan verduras y frutas para consumo humano y todos los edificios, ya sean residenciales o de oficinas, cuentan con fachadas o techos verdes.

Como la mayoría de la vida la hago en mi barrio y las zonas de tráfico restringido son cada vez más amplias, no tengo coche privado, como casi todos los ciudadanos. Todos los barrios cuentan con un muy buen sistema de transporte público que incluye no solo metro y autobús, sino también vehículos de carsharing de todo tipo, como bicis, motos y coches. Salvo algunos coches históricos, el 100% del parque de vehículos es de emisión cero, eléctricos o de hidrógeno. Además, su diseño también ha cambiado respecto a los modelos de hace 30 años: gracias a la conducción autónoma y en red que garantiza cero accidentes, no son necesarios los pesados chasis y paragolpes de antaño, haciendo que los coches sean más ligeros y, por lo tanto, eficientes.

Para las vacaciones, si son en España, alquilo un vehículo a largo plazo o bien viajo en un tren de alta velocidad alimentado con energía 100% renovable. Los vuelos nacionales, salvo para viajar a las islas, están prohibidos y solo utilizamos el avión para los viajes de más de 2,5 horas, que suelen ser al extranjero. Dentro de Europa ya es posible viajar en aviones eléctricos y se espera que se implemente esta tecnología también para los viajes transoceánicos.

Lo mismo sucede con el transporte de mercancías. Los camiones y furgonetas también son eléctricos y, gracias a los dark stores o almacenes de última milla repartidos por toda la ciudad, se han reducido las distancias, el tráfico y los tiempos de entrega. Y con ellos, los precios.

Menos carne

La alimentación también ha cambiado. Ahora estamos más concienciados con el origen de los productos que consumimos y su efecto sobre el clima. Solo se consumen alimentos frescos, locales y de temporada, minimizando así el impacto medioambiental derivado del transporte y de la conservación de los mismos. Además, también se ha reducido el consumo de productos de origen animal, especialmente de carne, reduciendo así las emisiones de gas metano. La carne es de mucha mejor calidad y proviene de ganado criado en régimen extensivo mediante técnicas ecológicas.

Asimismo, evitamos los productos sobreenvasados, ultraprocesados y el agua embotellada para minimizar la generación de residuos porque cada ciudadano paga una tasa de basuras en función de los desperdicios que genera.

La conducta de producir basura de manera desmesurada está penalizada y la economía circular plenamente generalizada en la sociedad. Esto es gracias al internet de las cosas que permite crear una trayectoria definida para cada objeto de consumo. Por ello, nos hemos acostumbrado a devolver los cascos como se hacía a mediados del siglo XX y con la basura orgánica que generamos entre todos los vecinos de la comunidad hacemos compost para abonar nuestro jardín.

Lo mismo sucede con la moda. Frente a la compra desmesurada de ropa de temporada, el slow fashion es una realidad. Nos hemos cansado de la ropa barata y mala; ahora preferimos comprar pocas prendas, pero de calidad. Mejor si están confeccionadas con tejidos orgánicos y realizadas por artesanos.

En cosmética, los envases y artículos de plástico se han eliminado y los productos de higiene de un solo uso, como compresas y tampones, han sido sustituidos por otros reutilizables y solo usamos productos naturales, sin químicos y animal friendly.


Lo único bueno que tendrá vivir en el 2050 es que no tendrán que soportar al Dabuti porque ya se habrá muerto.

Saludos.