Así será la "mudanza" de Don Alberto a Génova

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La mudanza a Madrid del 'elegido' Feijóo (según su biógrafo)
El presidente gallego ya tiene en su cabeza cómo abordará su desembarco en Génova, 13. Lo hará, dice Francisco Balado, autor de la única biografía autorizada del virtual líder del PP, "poco a poco, controlando los tiempos" y según un esquema que ya trazó en 2018, cuando a punto estuvo de dar el paso para suceder a Mariano Rajoy.
La mudanza a Madrid del 'elegido' Feijóo (según su biógrafo)


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Actualizado Miércoles, 2 marzo 2022 - 12:52
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Lunes, 18 de junio de 2018. Todo es expectación en el lujoso salón del Hotel Palacio del Carmen de Santiago de Compostela en el que se apiña la plana mayor del PP gallego y del gobierno autonómico. Se cruzan apuestas a la espera de que el jefe de todos los presentes, Alberto Núñez Feijóo, desvele su futuro más inmediato. El de él y, en cierta medida, el de todos los que aguardan.
El líder gallego llega a esa cita con dos discursos escritos, uno anunciando su marcha a Madrid, para optar a suceder a Mariano Rajoy en la presidencia del PP nacional, y otro reafirmando su compromiso con Galicia y descartando subir a aquel tren. Este último fue el que pronunció.
Febrero de 2022. El PP se tambalea. «Ahora sí que parece decidido a dar el paso, por responsabilidad, porque se lo han pedido. El escenario es completamente diferente». Lo dice uno de los cronistas políticos que más conoce a Núñez Feijóo y su único biógrafo autorizado. El periodista Francisco Balado, autor de El viaje de Feijóo (La Esfera de los Libros), no tiene dudas de que, en esta ocasión, el político gallego al que todos miran en el PP -y fuera del propio partido- como sucesor de un Pablo Casado políticamente desahuciado sólo tiene un discurso escrito.
El futuro inmediato de Núñez Feijóo pasa por la planta noble de Génova, 13, dice Balado, «casi por obligación». No es que no sea éste un tren al que no quiera subirse, no es eso, abunda. Es que pesa más su sentido del deber, de pensar que tiene una obligación para que «el partido no muera», que la ambición de liderar el principal partido de la oposición en España.
Lo tiene tan claro, explica, que ya está pensando en la mudanza. La que le llevará a él a Madrid, pero también en la que debe (y quiere) pilotar en Santiago de Compostela, donde tiene que abrirse un proceso de sucesión prácticamente de forma paralela.

Feijóo, con diez años, en uno de sus viajes a León, cuando estaba interno

Feijóo, con diez años, en uno de sus viajes a León, cuando estaba internoARCHIVO DEL AUTOR ('EL VIAJE DE FEIJÓO')
En 2018, decidió casi a última hora no dar la batalla por el temor a los daños colaterales de esa misma batalla y, así mismo, porque no recibió nunca una señal de Mariano Rajoy. Es cierto, añade Balado, que no hubo señal positiva, pero tampoco negativa, pero hay que tener en cuenta que Soraya Sáenz de Santamaría actuaba como si tuviese la bendición de Rajoy.
Hoy, aquella alfombra roja que se quedó esperando la han tendido a sus pies los barones regionales del PP, desde el andaluz Juanma Moreno, al castellano leonés, Alfonso Fernández Mañueco, pasando por la madrileña Isabel Díaz Ayuso o, aunque más bien a última hora, el murciano Fernando López Miras. Lo más probable, salvo sorpresas que nunca pueden descartarse, es que sea el único candidato y ése es el escenario que siempre ha querido Núñez Feijóo, dice Balado.
Conociendo, como conoce, al presidente gallego, no tiene dudas acerca de que entre él y su núcleo más duro, su equipo de confianza que le acompaña desde hace años, décadas incluso, esos planes de mudanza tienen ya un primer esbozo. Unas líneas básicas al menos.
En 2018, pese a las dudas que le llevaron al final a no dar el paso, Feijóo llegó a diseñar una estructura orgánica para el caso de que fuese el sucesor de Rajoy e, incluso, tenía decidido el nombre de su número dos, el valenciano Esteban González Pons. «Por sus formas, porque confía en él y le gusta».
Es poco probable que aquel esquema se repita de forma idéntica porque los tiempos y las circunstancias han cambiado, aunque el nombre del valenciano ya ha empezado a sonar y comandará el comité organizador del congreso. Y los demás están ya en su cabeza, opina el biógrafo.
Será una mudanza tranquila porque a Núñez Feijóo «le gusta controlar los tiempos» y hacer las cosas de manera calmada.
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En 2006, cuando hizo la mudanza al despacho de presidente del PP gallego, como sucesor de Manuel Fraga, se rodeó de un equipo de una decena de personas que prácticamente ha permanecido invariable, o con muy pocos cambios, en todos estos años. Dice Balado que una de sus principales cualidades es «la lealtad» y el saber rodearse de personas de absoluta confianza que no hay que confundir con aduladores. Feijóo «huye de los aplaudidores», apunta y, aunque las decisiones las toma él, siempre escucha a su equipo.
A ellos, dice su biógrafo, ha consultado algunos aspectos de esta nueva mudanza y algunos de ellos le acompañarán en esta nueva etapa. Siempre a su lado para decirle lo que otros no le dirían.
Está llamada a ocupar un despacho cerca del de Feijóo Mar Sánchez Sierra, una de sus asesoras más cercanas y, actualmente, directora general de Medios de la Xunta de Galicia, aunque es mucho más que eso. «Es su mano derecha de toda la vida», explica el autor de El viaje de Feijóo, al que le «cuesta imaginar» que no se la lleve a Madrid.
Junto a Sánchez Sierra son candidatos a subirse al tren en dirección a Madrid, según Balado, Luis de la Mata, responsable de comunicación del PP gallego y que ha estado con el Feijóo «desde el principio» así como Álvaro Pérez, su asesor en temas jurídicos. A ellos añade el periodista el nombre de Lucas Martinón, en el equipo desde 2006, aunque hace dos años se marchó, pero sólo «por cansancio».
La otra mudanza que prepara ya el futuro líder del PP es la que tiene que hacerse en el Pazo de Raxoi, la sede de la Presidencia de la Xunta, además de la del propio PP gallego. Los dos vicepresidentes del gobierno autonómico, Alfonso Rueda y Francisco Conde, son los que parten con más opciones, aunque el hiperliderazgo de Feijóo en Galicia no lo va a poner fácil.
Mientras, en el PP gallego cuenta con otro de sus colaboradores de máxima confianza, Miguel Tellado, actual secretario general del partido y auténtico hombre fuerte de la organización. No tiene responsabilidades de gobierno y todo hace pensar, aventura Balado, que desempeñará un papel destacado en la transición que, también, tiene que abrirse en el PP de Galicia.
Pero, insiste Balado, Núñez Feijóo no se va a apresurar y se tomará su tiempo. En un primer momento, la mudanza no será completa y compatibilizará el timón del PP nacional con sus responsabilidades en Galicia, lo necesario para que la transición, allí y aquí, se haga de forma ordenada. «No se precipita, siempre va a ir poco a poco», añade.
Cuando recoge el testigo de Fraga en el PP gallego, el presidente de a Xunta se encontró un partido fragmentado en reinos de taifas que controlaban los presidentes provinciales. Pero, muy rápidamente, relata su biógrafo, desactivó todas las baronías y lo hizo sin sangre, más por seducción que por imposición. ¿Quiere eso decir que hará lo mismo cuando llegue a Génova? Balado no lo cree, pero sí está convencido de que Feijóo desplegará sus mejores dotes de negociador para llegar a acuerdos. Como ha hecho siempre.
POCOS CADÁVERES EN EL ARMARIO
Tanto que, apunta Balado, «hay muy pocos cadáveres en su armario» y la nueva dirección del PP que salga del congreso extraordinario convocado para el mes de abril será «completamente diferente» a la de Casado. Feijóo, a diferencia del aún líder oficial del PP, «va a actuar sin miedos, va a hacer un PP plural, va a intentar ser el director de orquesta de un PP con diferentes instrumentos».
El ejemplo más reciente de hasta dónde llega la cintura política y la capacidad de alcanzar acuerdos del gallego está, señala Francisco Balado, en una reciente ley aprobada por el Parlamento gallego con el apoyo del PP y que fue una iniciativa del BNG. Si con mayoría absoluta no ha desdeñado y ha buscado los pactos, en el escenario nacional, augura, buscará grandes pactos, pactos con el PSOE y negociaciones enquistadas, como la de la renovación del Consejo General del Poder Judicial podrían verse desbloqueadas en poco tiempo.
Tan distinto es lo que viene en el PP de la mano de Núñez Feijóo que Balado se muestra seguro de que el gallego habría votado a favor de la reforma laboral. Porque, hace hincapié su biógrafo, Núñez Feijóo se siente más cómodo pactando con el PSOE que, por ejemplo, con Vox. Con el partido de Santiago Abascal, hasta ahora, su relación ha sido inexistente pues en Galicia ha conseguido mantenerlo fuera de las instituciones, como hizo en su día también con Ciudadanos. «Vox no le gusta», destaca.
Para salvar uno de los obstáculos con los que se va a encontrar, que no tenga un escaño en el Congreso de los Diputados, ve más que posible que se busque un hueco -no uno cualquiera, claro- en el grupo popular en el Senado. Posiblemente, señala, como presidente del grupo después de que sea designado senador por designación autonómica.
Alberto Núñez Feijóo necesita una plataforma política y un espacio en el que poder confrontar con Pedro Sánchez y el Senado reúne todos esos requisitos, señala.
LA PRIMERA MUDANZA A MADRID
Con todo, no será ésta la primera mudanza de Feijóo a Madrid, donde ya vivió unos años cuando presidió el Insalud y, luego, Correos. En ese sentido, el traslado no será nada traumático, opina Balado, porque al presidente gallego «le gusta Madrid» y sus visitas eran frecuentes.
Si vivirá en el barrio de Salamanca, donde se compró un piso cuando residía en la capital madrileña, o en otra zona eso ya es una cuestión que tendrá que negociar en otras instancias, las de su familia, que pesó mucho en 2018 y que pesa también ahora mucho.
 
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