melonet
Madmaxista
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1.-
http://www.laplaza.info/blogs/gbernardos/2007/07/04/sorpresa-sorpresa.html
En el período 1998 - 2005, los promotores consideraban que tenían una promoción completamente vendida cuando el número de contratos de arras firmados igualaba al de viviendas en venta. No les importaba si los firmantes pretendían escriturar la vivienda o si realmente su interés era “dar el pase” (la mayoría no establecía ninguna cláusula que lo impidiera). Rápidamente comunicaban la venta de la totalidad de la promoción a la entidad financiadora y se disponían a adquirir, con el dinero de ésta, algún nuevo solar. En el momento de escriturar la vivienda, las ventas se confirmaban y las hipotecas se formalizaban. Un magnífico negocio para el promotor y la entidad financiera. Eran unos años idílicos para el negocio inmobiliario.
Sin embargo, los tiempos han cambiado . A partir de enero de 2006, el clásico exceso de demanda de viviendas de los años anteriores se ha transformado en un exceso de oferta. Por tanto, “dar el pase” se ha convertido en una misión notoriamente más difícil. Numerosos promotores no han dado cuenta del cambio de la situación del mercado y han seguido permitiendo la especulación con sus pisos. Esta permisividad les está pasando actualmente factura. En el momento de escriturar se dan cuenta de que, a diferencia de lo que pensaban, no tienen toda la promoción vendida. Un porcentaje significativo de los firmantes del contrato de arras renuncian a comprar el piso, aunque ello signifique perder el dinero que entregaron a cuenta. El motivo es muy claro: no han conseguido “dar el pase” y no ganan el salario suficiente para hacer frente a la cuota hipotecaria mensual.
La sorpresa para los promotores está siendo mayúscula. La finalización de la promoción no les permite conseguir la liquidez prevista y les comporta la incursión de una carga financiera adicional (el pago de las hipotecas de las viviendas no vendidas). Su situación financiera empeora, la necesidad de vender solares para conseguir liquidez aumenta y empieza a aparecer la desconfianza de los bancos y cajas hacia el correspondiente promotor. En algunos casos, las pólizas de crédito, por primera vez después de muchos años, ya no se renuevan de forma prácticamene automática.
¿Dónde pasa esto?. En todo el país, pero especialmente en la costa y en la comunidad de Madrid. El último ejemplo que yo conozco corresponde a la provincia de Tarragona (no puedo dar más datos). En el momento de escriturar, al promotor se le “escaparon” un tercio de las ventas previstas. El disguto fue impresionante.
2.-
http://www.burbuja.info/inmobiliaria/showthread.php?t=34187
http://www.laplaza.info/blogs/gbernardos/2007/07/04/sorpresa-sorpresa.html
En el período 1998 - 2005, los promotores consideraban que tenían una promoción completamente vendida cuando el número de contratos de arras firmados igualaba al de viviendas en venta. No les importaba si los firmantes pretendían escriturar la vivienda o si realmente su interés era “dar el pase” (la mayoría no establecía ninguna cláusula que lo impidiera). Rápidamente comunicaban la venta de la totalidad de la promoción a la entidad financiadora y se disponían a adquirir, con el dinero de ésta, algún nuevo solar. En el momento de escriturar la vivienda, las ventas se confirmaban y las hipotecas se formalizaban. Un magnífico negocio para el promotor y la entidad financiera. Eran unos años idílicos para el negocio inmobiliario.
Sin embargo, los tiempos han cambiado . A partir de enero de 2006, el clásico exceso de demanda de viviendas de los años anteriores se ha transformado en un exceso de oferta. Por tanto, “dar el pase” se ha convertido en una misión notoriamente más difícil. Numerosos promotores no han dado cuenta del cambio de la situación del mercado y han seguido permitiendo la especulación con sus pisos. Esta permisividad les está pasando actualmente factura. En el momento de escriturar se dan cuenta de que, a diferencia de lo que pensaban, no tienen toda la promoción vendida. Un porcentaje significativo de los firmantes del contrato de arras renuncian a comprar el piso, aunque ello signifique perder el dinero que entregaron a cuenta. El motivo es muy claro: no han conseguido “dar el pase” y no ganan el salario suficiente para hacer frente a la cuota hipotecaria mensual.
La sorpresa para los promotores está siendo mayúscula. La finalización de la promoción no les permite conseguir la liquidez prevista y les comporta la incursión de una carga financiera adicional (el pago de las hipotecas de las viviendas no vendidas). Su situación financiera empeora, la necesidad de vender solares para conseguir liquidez aumenta y empieza a aparecer la desconfianza de los bancos y cajas hacia el correspondiente promotor. En algunos casos, las pólizas de crédito, por primera vez después de muchos años, ya no se renuevan de forma prácticamene automática.
¿Dónde pasa esto?. En todo el país, pero especialmente en la costa y en la comunidad de Madrid. El último ejemplo que yo conozco corresponde a la provincia de Tarragona (no puedo dar más datos). En el momento de escriturar, al promotor se le “escaparon” un tercio de las ventas previstas. El disguto fue impresionante.
2.-
http://www.burbuja.info/inmobiliaria/showthread.php?t=34187