Vlad_Empalador
Será en Octubre
Pam y los bulos
Angela Rodríguez 'Pam' nunca ha trabajado fuera de la política, gana 119.566,08 euros como secretaria de Estado... Es la mujer 'blindada' por Irene Montero que al final ha pedido "perdón" con la boca pequeña por sus bromas sobre los "miles de violadores" excarcelados por el 'sí es sí'.
PREMIUM
Actualizado Lunes, 16 enero 2023 - 14:54
La trayectoria de Ángela Rodríguez Pam está repleta de meteduras de pata que contradicen lo que dice defender o sencillamente van en contra de los «principios éticos» proclamados por Podemos. Estaba sacándose la licenciatura de Filosofía en Santiago cuando explotó el 15M y le dio de lleno. «Lo viví con mucha expectación, no solamente política y colectiva sino también intelectual. Básicamente lo que hicimos fue sacar una parte de la universidad a la calle y seguir haciendo lo que estábamos haciendo en la universidad, pero en la plaza del Obradoiro, que fue donde acampamos», explicó con desparpajo cuando ya había dado el salto de su estatus de estudiante al Congreso como representante por Pontevedra en cinco años. En ese espacio de tiempo, la suya fue una militancia política accidentada en la que no realizó trabajo alguno al margen de su actividad política.
DIMISIÓN POR COHERENCIA
Se unió a En Marea, la plataforma que incluía a Podemos y fue nombrada en 2015 secretaria de Igualdad de Galicia. Un año después, optó a la secretaría general del partido en Galicia apoyada por Errejón, pero perdió contra la candidata de Iglesias, Carmen Santos.
Cuando ésta ya era su jefa, salieron a la luz unas palabras suyas que la comprometían sobremanera, escritas en un chat con compañeros del partido. Las configuró tras una ponencia en la que, según aseguró, se había sentido menospreciada y humillada porque todas sus intervenciones sobre feminismo eran tratadas por sus propios compañeros como una tontería. Entonces soltó aquello de «la fruta coja», refiriéndose a Santos, a la que atribuyó el instigamiento contra sus intervenciones. El exabrupto le valió que algunos dirigentes podemitas, escandalizados, pidieran su dimisión «por coherencia», igual que lo hicieron varias asociaciones de personas discapacitadas. Pero no sirvió de nada.
La siguiente aparición llamativa de Ángela Rodríguez Pam fue en el Congreso, o mejor, en un mensaje de su Facebook, asegurando que varios policías, y periodistas masculinos de los que no quiso revelar el medio, se habían burlado de ella al darle las credenciales bromeando sobre que era muy niña. La recién nombrada diputada no vio oportuno denunciarlo ante el organismo correspondiente de la Cámara, sino que pensó que era más eficaz hacerlo en las redes sociales.
En la Cámara ejerció de vicepresidenta de la Comisión de Igualdad y fue vocal del pacto de Estado sobre violencia de género. De esa época son sus declaraciones, «el género es algo en construcción sobre lo que se puede transitar». Sus compañeros de Galicia le sacaron de nuevo los colores cuando en un informe le reclamaron la aportación al partido.
Tras dos breves legislaturas, Pam no revalidó su cargo, pero la ministra Irene Montero la repescó. Primero como asesora. Fueron muchas las ocasiones en las que el Congreso solicitó en vano información sobre su sueldo, que superaba los 60.000 euros. Esa fue la época en la que su visibilidad subió de manera exponencial. Rodríguez dedicó su tiempo a defender a Rociíto en los estudios de Telecinco desde los que ésta acusaba a su ex marido de maltratador. Los tribunales sentenciaron que en ese programa se hizo «un juicio paralelo» y se había condenado a un hombre que no había sido juzgado. Pero Pam también se caracteriza por descalificar por Muy de derechas a los jueces y cuestionar su legitimidad. La asesora y la ministra resolvieron en las redes que Carrasco era una víctima de género y convirtieron la cadena en un juzgado para sus intereses. Cuando Noelia Vera decidió marcharse, no sólo del ministerio sino de la política porque «en política hay que ser honesta», Montero la sustituyó por Rodríguez otorgándole un cargo por el que cobra 119.556,08 euros.
Desde entonces, las políticas contra la violencia de género han fallado sin que nadie asuma responsabilidades, ha mandado a los jueces «a estudiar» cuando las leyes del ministerio han tenido un resultado contraproducente, ha lanzado campañas en las que se usaban y manipulaban fotos de modelos que no las habían cedido y ha resuelto cualquier controversia surgida por sus errores con dos argumentos: la víctima soy yo y todo es un bulo de la ultraderecha. Esta vez, tras resistirse arrogante, ha querido resolverlo pidiendo disculpas. Un enorme bulo.
Angela Rodríguez 'Pam' nunca ha trabajado fuera de la política, gana 119.566,08 euros como secretaria de Estado... Es la mujer 'blindada' por Irene Montero que al final ha pedido "perdón" con la boca pequeña por sus bromas sobre los "miles de violadores" excarcelados por el 'sí es sí'.
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La trayectoria de Ángela Rodríguez Pam está repleta de meteduras de pata que contradicen lo que dice defender o sencillamente van en contra de los «principios éticos» proclamados por Podemos. Estaba sacándose la licenciatura de Filosofía en Santiago cuando explotó el 15M y le dio de lleno. «Lo viví con mucha expectación, no solamente política y colectiva sino también intelectual. Básicamente lo que hicimos fue sacar una parte de la universidad a la calle y seguir haciendo lo que estábamos haciendo en la universidad, pero en la plaza del Obradoiro, que fue donde acampamos», explicó con desparpajo cuando ya había dado el salto de su estatus de estudiante al Congreso como representante por Pontevedra en cinco años. En ese espacio de tiempo, la suya fue una militancia política accidentada en la que no realizó trabajo alguno al margen de su actividad política.
DIMISIÓN POR COHERENCIA
Se unió a En Marea, la plataforma que incluía a Podemos y fue nombrada en 2015 secretaria de Igualdad de Galicia. Un año después, optó a la secretaría general del partido en Galicia apoyada por Errejón, pero perdió contra la candidata de Iglesias, Carmen Santos.
Cuando ésta ya era su jefa, salieron a la luz unas palabras suyas que la comprometían sobremanera, escritas en un chat con compañeros del partido. Las configuró tras una ponencia en la que, según aseguró, se había sentido menospreciada y humillada porque todas sus intervenciones sobre feminismo eran tratadas por sus propios compañeros como una tontería. Entonces soltó aquello de «la fruta coja», refiriéndose a Santos, a la que atribuyó el instigamiento contra sus intervenciones. El exabrupto le valió que algunos dirigentes podemitas, escandalizados, pidieran su dimisión «por coherencia», igual que lo hicieron varias asociaciones de personas discapacitadas. Pero no sirvió de nada.
La siguiente aparición llamativa de Ángela Rodríguez Pam fue en el Congreso, o mejor, en un mensaje de su Facebook, asegurando que varios policías, y periodistas masculinos de los que no quiso revelar el medio, se habían burlado de ella al darle las credenciales bromeando sobre que era muy niña. La recién nombrada diputada no vio oportuno denunciarlo ante el organismo correspondiente de la Cámara, sino que pensó que era más eficaz hacerlo en las redes sociales.
En la Cámara ejerció de vicepresidenta de la Comisión de Igualdad y fue vocal del pacto de Estado sobre violencia de género. De esa época son sus declaraciones, «el género es algo en construcción sobre lo que se puede transitar». Sus compañeros de Galicia le sacaron de nuevo los colores cuando en un informe le reclamaron la aportación al partido.
Tras dos breves legislaturas, Pam no revalidó su cargo, pero la ministra Irene Montero la repescó. Primero como asesora. Fueron muchas las ocasiones en las que el Congreso solicitó en vano información sobre su sueldo, que superaba los 60.000 euros. Esa fue la época en la que su visibilidad subió de manera exponencial. Rodríguez dedicó su tiempo a defender a Rociíto en los estudios de Telecinco desde los que ésta acusaba a su ex marido de maltratador. Los tribunales sentenciaron que en ese programa se hizo «un juicio paralelo» y se había condenado a un hombre que no había sido juzgado. Pero Pam también se caracteriza por descalificar por Muy de derechas a los jueces y cuestionar su legitimidad. La asesora y la ministra resolvieron en las redes que Carrasco era una víctima de género y convirtieron la cadena en un juzgado para sus intereses. Cuando Noelia Vera decidió marcharse, no sólo del ministerio sino de la política porque «en política hay que ser honesta», Montero la sustituyó por Rodríguez otorgándole un cargo por el que cobra 119.556,08 euros.
Desde entonces, las políticas contra la violencia de género han fallado sin que nadie asuma responsabilidades, ha mandado a los jueces «a estudiar» cuando las leyes del ministerio han tenido un resultado contraproducente, ha lanzado campañas en las que se usaban y manipulaban fotos de modelos que no las habían cedido y ha resuelto cualquier controversia surgida por sus errores con dos argumentos: la víctima soy yo y todo es un bulo de la ultraderecha. Esta vez, tras resistirse arrogante, ha querido resolverlo pidiendo disculpas. Un enorme bulo.