En Valencia están los dos ginkos más viejos de Europa, árboles foráneos traídos como curiosidad botánica. Gimnosperma de especie, familia, género, etc... única.
Considerada fósil viviente, emparentada muy de lejos con las otras gimnospermas, como la cica (también única superviviente de toda su familia) y las coníferas (esta conocida familia tiene mucha especies).
Al tener un par de centenas son grandes, rivalizan en espectacularidad con sus árboles vecinos a pesar que no están al 100% en un clima que les beneficie y tener problemas de salud (que yo sepa el del jardín botánico está enfermo y feucho). Caducifolios de bonito otoñar, para reproducirse necesitan macho y hembra (en ejemplares separados) aunque no conviene tenerlos porque al parecer su fruto tiene un olor desagradable.
Los podéis ver, uno en el jardín botánico de Valencia, visita recomendada si vais por allí, el otro y de gratis en el jardín de Monforte, bonito, espectacular a ratos.