Cucumis Sativus
PIENSA, REZA, LUCHA.
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La gestión y organización de la propia vida ha de hacerse en base a unos criterios más o menos claros. Si tenemos que resistir al LEVIATÁN y no nos queremos vacunar, tenemos que saber qué decisiones tomaremos en los escenarios más probables. La estrategia es clave.
Escenario A: Desmontan el tinglado se hayan medicado o no el 70%, y vamos volviendo a la normalidad. El que se haya dejado pinchar, así se queda, y el que no, a parte de vivir en un mundo algo más huxleyiano, no detecta más cambios. Regresamos a la vida normal.
Casos:
1) NO medicado:
En este caso, el que haya aguantado sin vacunarse, debe prepararse para la crisis económica, y con tranquilidad ordenar su vida para que las élites no puedan volver a jugarle una mala pasada, sea esto yéndose del país a otro más "libre" o más caótico (el Estado eficiente es el enemigo nº1 de la libertad del individuo) o intentando independizarse de la sociedad. Pagar deudas, casa en pueblo o campo, huerto, placas solares, etc...
2) SÍ medicado:
El que haya sido medicado, debería ir pensando en tomar acciones legales incluso por si un día eructa dos veces en vez de una. Una banderilla con las autorizaciones "temporales" que esta trae debe ser fácil de atacar legalmente para sacar tajada. A la farmacéutica no, pero a algún organismo público quizá sí.
Escenario B: El tinglado les dura un par de años más, quieren realmente que se vacune la mayor parte de la población, obviamente porque algún efecto tendrá la banderilla en el medio o largo plazo que les interese (esterilidad, reducción CI, modificación genética, eutanasia "programada" a X edad...). aImponen restricciones severas al no medicado, y no le permiten trabajar por cuenta ajena.
Casos:
1) NO medicado:
Desde ya es necesario ordenar su vida. Es necesario prepararse para un despido procedente (pueden imponer la vacunación contra el timovirus como obligatoria para trabajar), ahorrar y pagar todas las deudas a corto plazo. Será vital vender todo lo que se tenga a mano y no sea imprescindible para sobrevivir un tiempo largo sin trabajar. Esta sería una carrera de fondo en la que el manejo de la tesorería, o el potenciar el negocio propio si se es autónomo será vital. Lista de acciones a tomar:
a) Ahorrar todo lo posible. Vender lo no esencial.
b) Darse de baja de todos los servicios no esenciales. Ni gym, ni netflix, ni luz a 9kW. Dejar de pagar seguros e ITV de todo vehículo o bien que no sea estrictamente esencial.
c) Diseñar una dieta muy lonchafinista.
d) Controlar la tesorería (es decir, el tiempo que te dura el dinero en las manos para pagar gastos). Pagar las deudas a corto plazo, intentar renegociar las deudas a largo plazo, de tal forma que las cuotas mensuales sean lo más cómodas posible.
e) Ser lo más autosuficiente posible.
f) Prepararse para estar dos años sin asistencia médica, como poco. Lavarse los dientes, cuidarse, no practicar deportes de riesgo, ejercitarse.
g) Aprender a rezar para resistir la tentación de volver al redil. "Bendito el varón que resiste la tentación, pues después de ser probado le será entregada la Corona de la Vida".
h) Ir preparándose para tener, por si acaso, una habilidad o negocio que pueda emprender si es despedido.
Después de que vuelva todo a una "cierta normalidad", comenzar, como en el otro escenario,
SÍ medicado:
Probablemente, pasará mucho tiempo hasta que reconozcan algún efecto secundario de la banderilla. Hay que ir dejando registro en el historial médico de TODOS los efectos secundarios, lo mismo que en el otro escenario, pero esta vez de forma sistemática como estrategia a largo plazo. Uno ha sacrificado potencialmente LA SALUD, así que esos dos años de "ventaja" que le dará estar en el redil más le vale utilizarlos para prepararse y que la élite no vuelva a usarlo de este modo nunca más. Es necesario ser además, proseletista contra estas cosas y aprovechar el tiempo, al menos para recuperar el amor propio. Habrá otra PSY-OP y no nos debe volver a pillar en calzoncillos.
Escenario A: Desmontan el tinglado se hayan medicado o no el 70%, y vamos volviendo a la normalidad. El que se haya dejado pinchar, así se queda, y el que no, a parte de vivir en un mundo algo más huxleyiano, no detecta más cambios. Regresamos a la vida normal.
Casos:
1) NO medicado:
En este caso, el que haya aguantado sin vacunarse, debe prepararse para la crisis económica, y con tranquilidad ordenar su vida para que las élites no puedan volver a jugarle una mala pasada, sea esto yéndose del país a otro más "libre" o más caótico (el Estado eficiente es el enemigo nº1 de la libertad del individuo) o intentando independizarse de la sociedad. Pagar deudas, casa en pueblo o campo, huerto, placas solares, etc...
2) SÍ medicado:
El que haya sido medicado, debería ir pensando en tomar acciones legales incluso por si un día eructa dos veces en vez de una. Una banderilla con las autorizaciones "temporales" que esta trae debe ser fácil de atacar legalmente para sacar tajada. A la farmacéutica no, pero a algún organismo público quizá sí.
Escenario B: El tinglado les dura un par de años más, quieren realmente que se vacune la mayor parte de la población, obviamente porque algún efecto tendrá la banderilla en el medio o largo plazo que les interese (esterilidad, reducción CI, modificación genética, eutanasia "programada" a X edad...). aImponen restricciones severas al no medicado, y no le permiten trabajar por cuenta ajena.
Casos:
1) NO medicado:
Desde ya es necesario ordenar su vida. Es necesario prepararse para un despido procedente (pueden imponer la vacunación contra el timovirus como obligatoria para trabajar), ahorrar y pagar todas las deudas a corto plazo. Será vital vender todo lo que se tenga a mano y no sea imprescindible para sobrevivir un tiempo largo sin trabajar. Esta sería una carrera de fondo en la que el manejo de la tesorería, o el potenciar el negocio propio si se es autónomo será vital. Lista de acciones a tomar:
a) Ahorrar todo lo posible. Vender lo no esencial.
b) Darse de baja de todos los servicios no esenciales. Ni gym, ni netflix, ni luz a 9kW. Dejar de pagar seguros e ITV de todo vehículo o bien que no sea estrictamente esencial.
c) Diseñar una dieta muy lonchafinista.
d) Controlar la tesorería (es decir, el tiempo que te dura el dinero en las manos para pagar gastos). Pagar las deudas a corto plazo, intentar renegociar las deudas a largo plazo, de tal forma que las cuotas mensuales sean lo más cómodas posible.
e) Ser lo más autosuficiente posible.
f) Prepararse para estar dos años sin asistencia médica, como poco. Lavarse los dientes, cuidarse, no practicar deportes de riesgo, ejercitarse.
g) Aprender a rezar para resistir la tentación de volver al redil. "Bendito el varón que resiste la tentación, pues después de ser probado le será entregada la Corona de la Vida".
h) Ir preparándose para tener, por si acaso, una habilidad o negocio que pueda emprender si es despedido.
Después de que vuelva todo a una "cierta normalidad", comenzar, como en el otro escenario,
SÍ medicado:
Probablemente, pasará mucho tiempo hasta que reconozcan algún efecto secundario de la banderilla. Hay que ir dejando registro en el historial médico de TODOS los efectos secundarios, lo mismo que en el otro escenario, pero esta vez de forma sistemática como estrategia a largo plazo. Uno ha sacrificado potencialmente LA SALUD, así que esos dos años de "ventaja" que le dará estar en el redil más le vale utilizarlos para prepararse y que la élite no vuelva a usarlo de este modo nunca más. Es necesario ser además, proseletista contra estas cosas y aprovechar el tiempo, al menos para recuperar el amor propio. Habrá otra PSY-OP y no nos debe volver a pillar en calzoncillos.
