Mi asesor me comentaba antes de ayer, que la situación es caótica. Contaba que la indefensión que está sufriendo la gente (autónomos y empresas) en la AEAT no se la podía imaginar ni en la peor de sus pesadillas. Que no hay unificación de criterios (con lo que siempre tienes la culpa), que no te cogen el teléfono, que te atienden con soberbia,...
Dice que las empresas son zombies. Que la mayoría de los autónomos deberían cerrar a tenor de los números y se niegan porque no saben qué harán si no. Pero que ya están cayéndose del guindo porque están manteniéndolo todo con sus ahorros personales (los de la empresa ya se acabaron).
Dice que está situación no hay milagro que la levante, y que la ola que está provocando el tsunami se va a llevar por delante a TODO el país. A todo. Que nadie se va a salvar, y mucho menos los funcionarios, que dependen de la facturación del sector privado, al estar este hundiéndose sin remisión.
Me decía que ahora mismo estamos en la fase donde se ha producido el tsunami (cobi19), y se está retirando el agua hacia la costa, haciéndose más y más grande la ola. Que no la vemos, pero que la intuimos viendo la situación, y que cuando llegue nadie estará a salvo. Ni los políticos, porque aunque sus sueldos siempre estarán, traerá más consecuencias que las puramente económicas.
