Estos badulaques son los mismos que controlan la educación de los niños en España.
Ahora consultemos la genealogía y veamos la difusión planetaria del apellido de esta criatura descendiente de alicaídos:
Oh sielos! Parece que lugar que pisó un Watling, lugar en el que murió hasta el último nativo conocido.
Y la estulto esta va presumiendo de su apellido de cosa, mientras se dedica a insultar a un imperio que estaba a años luz en cuestiones humanitarias. Ver para creer.