Aquí nadie está en contra del turismo (salvo los cuatro perroflautas de turno) . El verdadero problema es que el dinero que deja (que es mucho) no repercute en la población y cada vez estamos peor en todos los sentidos (vivienda, sanidad, carreteras y educación) Se reparten el pastel los políticos locales (caciques) con los empresarios, tanto turísticos como de la construcción. Si en lugar de dedicarse a absorber del bote y dar pelotazos solucionasen los problemas de los residentes, especialmente el tema de la vivienda (lo del alquiler vacacional es de traca) la gente no hubiera salido a la calle.
Tema inmi gración la gente está hasta los narices, especialmente de los jovenlandeses, pero queda políticamente incorrecto decirlo, es lo que tiene tantos años de buenismo, no obstante, los políticos van escapando enviando a los Mohamed y los Mamadou a la península mayoritariamente, aunque algunos van quedando por aquí para "alegría" de todos.