El Ariki Mau
Make Risia LOL again
Se han reventado todas las presas de la contención moral causando una inundación en la que se estan ahogando las peronas, y siendo la iglesia que ha tenido que desplegar botes salvavidas para acercarse a donde esta la inundación, se esta tratando falazmente de hacer parecer que es la Iglesia la que ha desatado las aguas cuando simplemente lidia con ellas como mejor puede.
Las pestilentes aguas de la revocación de Mateo 16:18 que se añaden al pantanal, ya son obra de estos sedegarajistas.
Las pestilentes aguas de la revocación de Mateo 16:18 que se añaden al pantanal, ya son obra de estos sedegarajistas.
Muchos deberían limpiar su propia conciencia antes de emitir juicio alguno. Yo tengo amigos gayses casados, o parejas divorciadas, y si bien no lo apruebo todo de su estilo de vida, ni creo que deba ser aprobado desde un punto de vista teológico y moral, antes miro dentro de mí.
Porque yo también peco, y gravemente. He visto pronografía, y si bien he reducido su consumo sustancialmente, de vez en cuando sigo viéndola. He odiado, y no he sabido siempre perdonar. Prefiero ver la Misa dominical retransmitida por televisión antes que acudir a la Iglesia (padezco cierta fobia social) y nunca he comulgado por esos mismo pecados. Cuando voy a la Iglesia no espero que se me absuelva con una palmadita en la espalda o que se apruebe las cosas que hago, y que sé que están mal. Pero si busco reconforte espiritual, y comunidad con mis hermanos de fe. Y muchas de estas mismas personas pretenden andar dando lecciones a otras. La Iglesia no es propiedad de ninguna persona particular (salvo Dios), pero algunos pretenden que así sea. Y antes de condenar tan a la ligera, que se miren a ellos mismos.
De hecho, precisamente, si también la Iglesia Católica (única y verdadera Iglesia) es atacada por lobbys de todos los signos es por no ceder su doctrina a vaivenes reaccionarios o progresistas. Ni es tarea de la Iglesia marginar a las personas que viven en pecado, ni tampoco bendecir sus pecados. Buscad a la persona entre sus virtudes y defectos, y podréis amar con más facilidad.
Pero sobretodo, no cedáis a las intenciones centrífugas, a los movimientos cismáticos. Sabemos que hay épocas donde toca aguantar el chaparrón, pero Dios no nos abandona, como tampoco lo ha hecho en el pasado. Aguantad.