Cui Bono
So far, so good
- Desde
- 19 Jul 2007
- Mensajes
- 29.873
- Reputación
- 51.613
No recibe ninguna ayuda al princiopio.
Es el camarero el que lo derriba.
Es poco agradable, la gente con la oreja pegada al teléfono cuando hay mesas y sillas por tirarle o por usar de ariete.
Cuando al final cae es igual de peligroso porque el brazo lo tiene suelto, de hecho por poco caza al del teléfono que iba confiado.
Con las niñas y mujeres jovenlandesas tienen una serie de reglas. Al regalarles las piruletas ha bypaseado al varón, le ha quitado autoridad. Las niñas son extremidades de él, meros objetos y si te diriges al objeto con regalos es porque las estás comprando. Las pilinguis en su país actúan así, están sin hombre o con el cliente en los garitos y la gente se acerca a regalarles, porque son pilinguis. El cliente y sus pilinguis, y el camarero español comprándolas, son así de cerrados, es lo que ha entendido.
Estando en Argelia en el único tugurio de la ciudad en la que había cerveza (sin contar hoteles y la tienda del polígono) a una finlandesa oronda que estaba con nosotros, porque trabajaba en una empresa española que iba a hacer negocias con nosotros, se le acercaban los viejos babosos a "comprarla" y le ofrecían Heinekens y esto teniendo al lado a un compatriota que era un armario ropero el hijomio.
Un regalo a una mujer no es un detalle sin contrapartida, es una compra o un intento de compra de un objeto.
